La Sociedad Canadiense de Cardiología propone una nueva visión del infarto de miocardio (IM) aterotrombótico en cuatro etapas: desde la necrosis mínima hasta la hemorragia por reperfusión. Esta clasificación muestra la progresión tisular del daño cardíaco y ofrece un panorama completo de la patología. Identificar estas etapas tiene el potencial de cambiar la estratificación del riesgo y guiar el desarrollo de terapias específicas para cada fase del infarto.

En los últimos 50 años, se han observado avances significativos en la supervivencia de pacientes con IM con elevación del segmento ST (IMCEST). Sin embargo, surgen desafíos relacionados con la insuficiencia cardíaca posinfarto.1 Aunque herramientas como la "definición universal de IM" y la puntuación Thrombolysis in Myocardial Infarction (TIMI) son cruciales para estratificar el riesgo y abordar la enfermedad, estas se basan sobre todo en parámetros clínicos y no consideran la complejidad de la patología tisular subyacente.1Gracias al avance de la tecnología, se han observado de forma más detallada los cambios tisulares in vivo, lo que conduce a una comprensión más profunda de la fisiopatología del IM. Con esto, la Sociedad Canadiense de Cardiología propone una categorización de cuatros etapas que refleja el daño tisular en el IM aterotrombótico (figura 1). <figure class="image"><img src="https://res.cloudinary.com/docred/image/upload/t_optimization/v1702647360/Redefinir_el_infarto_de_miocardio_nueva_clasificacion_apunta_a_la_lesion_tisular_016e8e113f.webp" /></figure><h3>Conclusión</h3>Las enfermedades cardiovasculares son las principales causas de mortalidad a nivel mundial.2,3 La clasificación actual del IM se enfoca en aspectos clínicos y subestima la complejidad de la patología tisular. La nueva propuesta, basada en la secuencia y gravedad de los cambios tisulares, puede redefinir la comprensión y la gestión del IM. Además, permite evaluar de manera más precisa el riesgo del paciente y direccionar terapias futuras más focalizadas en la lesión tisular específica.<h4>Comentario editorial</h4>El conocimiento en constante evolución nos confronta con la necesidad de replantear nuestras estrategias. ¿Cómo esta nueva clasificación del IM, que abarca la complejidad tisular, puede transformar la manera de abordar esta enfermedad? La propuesta desafía las limitaciones de las herramientas actuales, ¿nos llevará esto a una comprensión más profunda de los eventos isquémicos y a terapias más específicas?   <figure class="poll" data-id="889">{ Poll ID: 889}</figure>

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Redefinir el infarto de miocardio: nueva clasificación apunta a la lesión tisular

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