La fluvoxamina es un medicamento capaz de reducir la necesidad de hospitalización por COVID-19 en pacientes de alto riesgo, definida como el tiempo de estadía en un entorno de emergencia, o el traslado a un hospital de tercer nivel; así lo indicó un ensayo publicado por The Lancet. Además, los autores señalaron que puede reducir el riesgo de trombosis y tener un efecto cardioprotector.  Aunque se han desarrollado y distribuido vacunas seguras y efectivas para la COVID-19, persisten en entornos de bajos recursos desafíos importantes con respecto a su producción, asignación y asequibilidad. Es importante identificar terapias económicas ampliamente disponibles y efectivas. En particular, la reutilización de medicamentos existentes y con perfiles de seguridad bien establecidos. La fluvoxamina es un inhibidor selectivo de la recaptación de serotonina (ISRS). Existen varios mecanismos potenciales para este medicamento en el tratamiento de la enfermedad por COVID-19, incluidos los posibles efectos antiinflamatorios y antivirales.  Recientemente, se publicó en The Lancet un ensayo (1) aleatorizado y controlado con placebo con el objetivo de evaluar la eficacia de la fluvoxamina para prevenir la progresión de COVID-19 y la hospitalización entre pacientes ambulatorios diagnosticados con la enfermedad. El ensayo recibió por nombre TOGETHER y utiliza una plataforma adaptable y aleatorizada para investigar la eficacia de los tratamientos reutilizados para la  COVID-19 entre pacientes adultos ambulatorios de alto riesgo.  Incluyó pacientes mayores de 18 años con clínica aguda compatible con COVID-19 y síntomas que comenzaron dentro de los 7 días posteriores a la fecha de detección, o prueba rápida positiva para antígeno del SARS-CoV-2 realizada en el momento de diagnóstico; o pacientes con pruebas positivas dentro de los 7 días posteriores al inicio de los síntomas.  Asimismo, tenían al menos un criterio adicional de alto riesgo, como diabetes, hipertensión arterial, enfermedad cardiovascular, enfermedad pulmonar sintomática, asma, antecedentes de tabaquismo, obesidad, enfermedad renal crónica, inmunosupresión o uso de terapia con corticosteroides.  Los pacientes fueron asignados aleatoriamente a fluvoxamina a una dosis de 100 mg dos veces al día durante 10 días, o al placebo correspondiente comenzado directamente después de la aleatorización.  Se asignaron 741 pacientes a fluvoxamina y 756 a placebo. La edad promedio de los participantes fue de 50 años y el 58% eran mujeres. Los resultados indicaron que, la proporción de pacientes observados en un entorno de emergencia de COVID-19 durante más de 6 horas o transferidos a un hospital terciario, fue menor para el grupo de fluvoxamina (79 de 741, 11%) en comparación con el placebo (119 de 756, 16%).  Estos hallazgos demuestran que hay un beneficio del fármaco en reducir la necesidad de hospitalización, definida como ingreso en un entorno de emergencia COVID-19 o el traslado a un hospital de tercer nivel.   Este es el primer estudio grande para probar la efectividad del medicamento en el tratamiento agudo de la COVID-19. Dada la seguridad, tolerabilidad, facilidad de uso, bajo costo y disponibilidad generalizada de este, los resultados podrían influir en las directrices nacionales e internacionales sobre el tratamiento clínico de la enfermedad.  El mecanismo subyacente de la fluvoxamina para la COVID-19 sigue siendo incierto. Las hipótesis incluyen varios mecanismos potenciales. El principal motivo de estudiarla fue su acción antiinflamatoria a través de la activación del S1R, una proteína de membrana del retículo endoplásmico (RE) involucrada en muchas funciones celulares, incluida la regulación de la respuesta al estrés del RE, el despliegue de una reacción proteica y la regulación de la producción de citocinas en respuesta a los desencadenantes inflamatorios.  Un segundo mecanismo podría ser la actividad antiplaquetaria. Los ISRS pueden prevenir la carga de serotonina en las plaquetas e inhibir la activación de estas, lo que podría reducir el riesgo de trombosis y estos efectos pueden incluso ser cardioprotectores. Finalmente, otro mecanismo de acción potencial podría estar relacionado con el aumento de los niveles plasmáticos de melatonina.  Los autores concluyeron que la fluvoxamina un medicamento de bajo costo, reduce la necesidad de atención avanzada en población de alto riesgo. El número absoluto de eventos adversos graves asociados con el medicamento fue menor que con el placebo y esto podría reflejar el efecto modulador de la fluvoxamina sobre la inflamación sistémica en estos participantes.  Asimismo, las infecciones del tracto respiratorio inferior se notificaron con menos frecuencia en los pacientes que recibieron el medicamento que en los del grupo placebo. Esto concuerda con la reducción de ingresos hospitalarios en pacientes con COVID-19 confirmado y tratados con fluvoxamina, y con el número menor de pacientes que requieren ventilación mecánica. Comentario editorial. La fluvoxamina, un medicamento utilizado para tratar la depresión, ha demostrado ser eficaz en la reducción de hospitalizaciones por COVID-19 y el traslado a hospitales de tercer nivel. Con los resultados del estudio, las pautas nacionales e internacionales para el tratamiento de la COVID-19 pudieran cambiar o ajustarse, con el fin de reducir las complicaciones que se presentan. También le puede interesar: <a href="https://www.docred.com/articulos/articulo-medico-molnupiravir-tratamiento-oral-contra-covid-19" target="_self">Molnupiravir, primer tratamiento antiviral oral aprobado contra la COVID-19</a>

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Fluvoxamina puede reducir el riesgo de hospitalización y muerte por COVID-19 

La fluvoxamina puede reducir el riesgo de hospitalización por COVID-19. Lea más acá. 