¿El colesterol asociado a lipoproteínas de baja alta densidad (cHDL) dejará de ser “bueno”? Nuevo estudio publicado en The Lancet Regional Health-Western Pacific revela que niveles muy altos de cHDL se relacionan con mayor riesgo de demencia en personas mayores inicialmente sanas, sin importar los factores de riesgo tradicionales. Las asociaciones persisten incluso tras ajustar influencias genéticas, lo que plantea preguntas sobre los efectos de este colesterol en el desarrollo de demencia; se requieren más investigaciones. 

<h3>¿Es hora de replantear el adjetivo de “bueno” para el cHDL?1 </h3>Investigadores de un artículo reciente y publicado en The Lancet Regional Health-Western Pacific examinaron a 18 668 participantes sanos y mayores, y analizaron la relación entre los niveles de cHDL y el riesgo de demencia. <h3>¿Qué encontraron los autores?1 </h3>Los hallazgos mostraron que las personas con niveles de cHDL &gt; 80 mg/dL tenían un 27% de riesgo adicional de desarrollar demencia que aquellos con niveles entre 40 y 60 mg/dL, incluso después de ajustar los resultados por factores de riesgo cardiovascular y cognitivo como la actividad física, educación, diabetes y tabaquismo.Además, el incremento en el riesgo de demencia fue más significativo en individuos &gt; 75 años, con aumento de 42% en el riesgo. Estos hallazgos se mantuvieron consistentes incluso al considerar los distintos genotipos de la apolipoproteína E (ApoE), lo que sugiere que el riesgo adicional no estaba relacionado de forma directa con las variaciones genéticas que influyen en el cHDL.La investigación también exploró cómo las asociaciones entre niveles altos de cHDL y demencia desafiaban hallazgos previos y contrastaban con metanálisis que no encontraron relación. Estos resultados cuestionan la creencia previa de que niveles más altos de cHDL son siempre beneficiosos, y plantean interrogantes sobre su papel en el desarrollo de deterioro cognitivo y sus implicaciones para la salud cerebral en personas mayores.Los datos del estudio, aunque preliminares, podrían influir en la comprensión y los enfoques terapéuticos para la demencia. Se necesitan más investigaciones para clarificar este vínculo y su potencial impacto en futuras estrategias de prevención y tratamiento de enfermedades neurodegenerativas.<h3>Importancia clínica</h3>En la actualidad, más de 55 millones de personas tienen demencia.2,3 Este estudio impacta en la salud pública, en especial en el contexto del envejecimiento poblacional y la creciente incidencia de enfermedades neurodegenerativas, al plantear nuevas preguntas sobre la interpretación de los niveles de cHDL y su relación con la salud cerebral.1<h4>Comentario editorial</h4>Con esta nueva investigación, surgen preguntas fundamentales y se desafían conceptos previos. ¿Deberíamos reconsiderar la perspectiva del cHDL como marcador de salud cognitiva? ¿Qué implicaciones tiene para futuras intervenciones en la prevención de la demencia?<figure class="poll" data-id="908">{ Poll ID: 908}</figure>

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cHDL: ¿de colesterol "bueno" a factor de riesgo para demencia?

¿Cómo afectan los altos niveles de colesterol HDL en el riesgo de demencia en personas mayores? Conozca la respuesta acá. 