En esta guía de manejo de la Asociación Americana de Diabetes (ADA) 2024, se hacen recomendaciones sobre qué hacer antes, durante y después del embarazo en pacientes con diabetes mellitus tipos 1 y 2 (DM1 y DM2) y en quienes debutan con diabetes gestacional (DMG). 

CONAMEGE

Experimentar diabetes durante el embarazo, ya sea por haber sufrido previamente DM1 o DM2, ya sea por desarrollar la variedad gestacional, incrementa los siguientes riesgos:1,2<ul><li>Para la madre: aborto espontáneo, preeclampsia, obesidad, hipertensión y DM2 en años posteriores al embarazo. </li><li>Para el feto y el neonato: anormalidades fetales como anencefalia, microcefalia, enfermedad cardíaca congénita, anomalías renales, regresión caudal, macrosomía, hipoglicemia neonatal, hiperbilirrubinemia neonatal, síndrome de distrés respiratorio neonatal, distocia. </li></ul>En vista de lo anterior, la ADA publicó las siguientes recomendaciones:1<h3>Recomendaciones para antes del embarazo</h3><figure class="image"><img src="https://res.cloudinary.com/docred/image/upload/t_optimization/v1706805532/Tabla_1_Guias_ADA_Diabetes_y_embarazo_Mesa_de_trabajo_1_copia_18_01_249a0d4dd3.webp" /></figure><h3>Recomendaciones para el embarazo</h3><ul><li>Si se utiliza metformina para síndrome de ovario poliquístico (SOP), se debe descontinuar al finalizar el primer trimestre del embarazo.1 </li><li>El manejo y seguimiento de las embarazadas con diabetes con visita presencial y telemedicina ha demostrado mejor control vs. visita presencial sola.1</li><li>La hipoglicemia en el embarazo es definida como:1<ul><li>Glucosa en sangre &lt;70 mg/dL </li><li>Glucometría &lt;63 mg/dL.</li></ul></li><li>Se debe realizar tratamiento de hipoglicemia sintomática y asintomática en el embarazo, con disminución dosis de insulina o incremento de ingesta de carbohidratos, de acuerdo con monitorización y controles nutricionales.1 </li><li>Las metas de presión arterial en pacientes con DM1, DM2 y DMG es de 110-130/85 mm Hg.1,2</li></ul><figure class="image"><img src="https://res.cloudinary.com/docred/image/upload/t_optimization/v1706805598/Tabla_2_Guias_ADA_Diabetes_y_embarazo_Mesa_de_trabajo_1_copia_18_02_7b12526b29.webp" /></figure><h4>DM1 y DM2</h4>Durante las primeras semanas del embarazo existe sensibilidad a la insulina y menores niveles de glucosa. Muchas pacientes con DM1 disminuyen sus requerimientos de insulina y tienen un riesgo elevado de hipoglicemias. Alrededor de la semana 16, se incrementa la resistencia a la insulina y por lo tanto sus requerimientos en la insulinoterapia, que alcanzan el doble de la dosis a la semana 36. Con base en esta fisiología de la insulina y los estudios clínicos, ADA recomienda:1 <ul><li>En las embarazadas con DM1, tener sistemas de monitorización continua de glucosa (SMG), ya que pueden reducir el riesgo materno de hipoglicemia/hiperglicemia y el riesgo fetal/neonatal de macrosomía e hipoglicemia neonatal.1</li><li>Se deben realizar test preprandiales para ajustar las terapias insulínica y posprandiales y lograr un mejor control glicémico.1</li><li>En pacientes con DM1 y DM2 se deben prescribir dosis bajas de ácido acetilsalicílico (100-150 mg/día) desde las 12-16 semanas, para disminuir el riesgo de preeclampsia.1 </li></ul><h4>DMG</h4><ul><li>Los cambios en los hábitos de vida constituyen el tratamiento principal de la DMG, y se inicia insulina para llegar a los objetivos terapéuticos.1,2 </li><li>Una revisión Cochrane recomendada por la guía indica que el riesgo de DMG se puede reducir con dieta, ejercicio y consejería de hábitos de vida, particularmente de manera temprana en el primer y segundo trimestres.1,3</li><li>La hemoglobina glicosilada (HbAc1) no se debe utilizar para tamizaje de DMG, sobre todo después de la semana 15, dado que existe un incremento de glóbulos rojos y por tanto de hemoglobina en la sangre materna, que puede “diluir” en valor real, y si este último sale elevado, es imposible distinguir entre DMG y diabetes preexistente, por lo que solo se utiliza como seguimiento del tratamiento. 1,2 </li></ul><figure class="image"><img src="https://res.cloudinary.com/docred/image/upload/t_optimization/v1706805732/Figura_1_Guias_ADA_Diabetes_y_embarazo_Mesa_de_trabajo_1_copia_18_03_ccf63758ef.webp" /></figure><ul><li>El tratamiento de la DMG es una combinación de:<ul><li>Plan nutricional individualizado que permita una ingesta adecuada de calorías para promover la salud materno-fetal, lograr los objetivos terapéuticos y alcanzar la ganancia de peso adecuada durante el embarazo.</li><li>Ejercicio aeróbico, de resistencia o combinado, que dure de 20 a 50 minutos, 2-7 días a la semana, de moderada intensidad.1,2</li><li>La primera línea de manejo de DMG es insulina; metformina y gliburida no se deben utilizar en primera línea. Los agentes inyectables no insulínicos no tienen datos de seguridad a largo plazo.1,2</li></ul></li></ul><h3>Recomendaciones para después del embarazo</h3><ul><li>La resistencia a la insulina disminuye dramáticamente en el posparto inmediato, por lo que se deben ajustar los requerimientos de insulina en los primeros días posparto, para así disminuirlos hasta la mitad de la dosis o hasta 34% menos que antes del embarazo. Los niveles de insulina se normalizan 1 o 2 semanas después, cuando se requieren las dosis previas al embarazo.1 </li><li>Se debe realizar la prueba de tolerancia a la glucosa (GTT) de 75 g a las pacientes con DMG de 4 a 12 semanas posparto, para determinar su evolución y manejo.1 </li><li>Las pacientes con DMG y sobrepeso/obesidad deben continuar con cambios de hábitos de vida saludables intensivos e iniciar metformina si está indicada.1 </li><li>La lactancia materna está recomendada para todos las pacientes con diabetes; en pacientes con DMG, la lactancia reduce el riesgo de DM2 más adelante.1 </li><li>Las pacientes con diagnóstico de DMG deben realizarse screening para DM2 el resto de la vida, cada 1 a 3 años, ya que tienen 10 veces más riesgo de desarrollarla.1 </li><li>Realizar consejería para planificación familiar y si se desea un nuevo embarazo, seguir las recomendaciones de la tabla 2.1</li></ul><h3>Comentario editorial</h3>Cuando se habla de embarazo, siempre pensamos en diabetes gestacional, pero cada vez hay más incidencia de mujeres en edad fértil con diabetes 1 y 2, en quienes se debe realizar una vigilancia estricta desde el día 1, ya que las complicaciones materno-fetales son de gran importancia. En los controles de las mujeres que ya tuvieron un hijo, es importante preguntar si tuvieron “problemas de azúcar en el embarazo”, para hacer el seguimiento respectivo y disminuir el desarrollo de la diabetes tipo 2. <figure class="poll" data-id="997">{ Poll ID: 997}</figure>