La actualización de la guía de práctica clínica para el diagnóstico y tratamiento de la diabetes mellitus tipos 1 y 2 en niños desarrollada por The National Institute for Health and Care Excellence (NICE) se publicó en junio de 2022. Entre las recomendaciones destacadas, se encuentra el uso de metfomina como piedra angular del tratamiento.  En la primera parte se abordó el diagnóstico y tratamiento de la diabetes mellitus tipo 1 (DM1) y en esta segunda el manejo del tipo 2 (DM2).  

<p>La <strong>guía de práctica clínica</strong> da recomendaciones de apoyo a niños y jóvenes, sus familias y cuidadores, para mantener un control de la glucemia, lograr los objetivos del tratamiento y reducir los riesgos a largo plazo.<sup>1</sup> </p><p>La DM2 se caracteriza por una hiperglucemia con resistencia a la insulina y una secreción deficiente de esta hormona. A diferencia de la DM1, la disfunción de las células beta pancreáticas no está mediada por un proceso autoinmune.<sup>2</sup> </p><p>Aunque la DM2 es ampliamente diagnosticada en adultos, su frecuencia ha aumentado en el grupo de edad pediátrica desde finales del siglo XX. La DM2 representa entre el 8% y 45% de todos los nuevos casos de diabetes registrados en niños y adolescentes, según la región evaluada.<sup>3</sup> </p><p>A continuación,<sup> </sup>se mencionan las recomendaciones más relevantes de este documento.  </p><h3><strong>Educación e información<sup>1</sup></strong> </h3><p>Ofrecer a los pacientes con DM2 y a sus familias o cuidadores un programa continuo de educación desde el diagnóstico, que cubra los siguientes temas básicos:  </p><ul><li>Control y objetivos de hemoglobina glicosilada (HbA1c).  </li><li>Informar cómo la dieta, la actividad física, el peso corporal y las enfermedades intercurrentes afectan los niveles de glucemia. </li><li>El impacto de la metformina y sus posibles efectos adversos.  </li><li>Las complicaciones de la DM2 y cómo prevenirlas.  </li></ul><p>Explicar a los pacientes y a sus familias o cuidadores que, al igual que las personas sin diabetes, deben hacer:  </p><ul><li>Revisiones dentales periódicas. </li><li>Una revisión oftalmológica cada 2 años.</li></ul><h4><i><strong>Uso de sustancias </strong></i> </h4><p>Recomendar a esta población que no comience a fumar, explicando los problemas de salud generales que causa el tabaquismo, en particular los riesgos de complicaciones vasculares. </p><p>Ofrecer programas para dejar el cigarrillo a la población pediátrica con DM2 que haya adquirido el hábito de fumar. </p><h4><i><strong>Inmunizaciones</strong></i> </h4><p>Se recomienda la vacunación anual contra la influenza y la infección neumocócica, si la persona se encuentra en tratamiento con insulina o medicamentos hipoglucemiantes orales.</p><p><strong>Manejo dietario</strong> </p><p>Ofrecer apoyo dietético para ayudar a optimizar el peso corporal y los niveles de glucemia. </p><p>Indicar que se deben comer al menos 5 raciones de fruta y verdura al día. </p><p>En cada control se debe:  </p><ul><li>Medir la estatura y el peso y representarlos en una tabla de crecimiento adecuada.  </li><li>Calcular el índice de masa corporal (IMC).  </li></ul><p><span style="background-color:rgb(255,255,255);color:rgb(0,0,0)">Comprobar si el crecimiento es normal o si hay modificaciones significativas en el peso, ya que estos pueden reflejar cambios en los niveles de glucemia. </span></p><h3><strong>Metformina</strong> </h3><p>Se debe ofrecer metformina de liberación estándar desde el momento del diagnóstico de DM2.  </p><h3><strong>Metas y monitoreo de HbA1C</strong> </h3><p>Explicar que un nivel objetivo de HbA1c ≤ 6.5% minimizará el riesgo de complicaciones a largo plazo. </p><p>Acordar un objetivo individualizado de HbA1c mínimo alcanzable con cada paciente. Para ello se deben tener en cuenta factores como sus actividades diarias, sus objetivos vitales individuales, sus complicaciones y comorbilidades. </p><p>Se recomienda medir los niveles de HbA1c cada 3 meses.</p><h3><strong>Monitoreo de complicaciones y condiciones asociadas a la DM2</strong> </h3><p>Ofrecer a los pacientes un control anual de:  </p><ul><li>Presión arterial a partir del diagnóstico.  </li><li>Lípidos a partir del diagnóstico.  </li><li>Detección del aumento de la albuminuria (relación albúmina-creatinina 3-30 mg/mmol) para nefropatía diabética, a partir del diagnóstico. </li></ul><h4><i><strong>Presión arterial</strong></i> </h4><ul><li>Utilizar un manguito de tamaño adecuado para el niño o joven con DM2 al medir la presión arterial. </li><li>Si las mediciones repetidas en reposo son superiores al percentil 95 para la edad y sexo, confirmar el diagnóstico de hipertensión mediante un control ambulatorio de la presión arterial de 24 horas antes de iniciar algún tratamiento antihipertensivo. </li></ul><h4><i><strong>Lípidos</strong></i> </h4><ul><li>Al controlar los lípidos, se deben medir las concentraciones de colesterol total, lipoproteínas de alta densidad (HDL), colesterol total, colesterol no HDL y triglicéridos. </li><li>Se debe confirmar la dislipidemia mediante una muestra repetida (en ayunas o no) antes de iniciar algún tratamiento. </li></ul><h4><i><strong>Retinopatía diabética</strong></i> </h4><ul><li>Considerar la posibilidad de derivar a los niños menores de 12 años a un oftalmólogo si tienen dificultades para el control glucémico.</li></ul><h4><i><strong>Nefropatía diabética</strong></i> </h4><ul><li>Utilizar la primera muestra de orina del día ("orina de la mañana") para detectar albuminuria, ya que reduce el riesgo de falsos positivos.  </li><li>Si se detecta un aumento moderado de la albuminuria, un mejor control de la glucemia reducirá el riesgo de que evolucione a una nefropatía diabética significativa. </li><li>Si la relación albúmina-creatinina inicial es superior a 3 mg/mmol pero inferior a 30 mg/mmol, se debe confirmar el resultado repitiendo la prueba en 2 ocasiones más con la "orina de la mañana" antes de iniciar estudios y manejo especializado. </li><li>Realizar estudios de extensión si la relación albúmina-creatinina inicial es ≥30 mg/mmol  </li></ul><h3><strong>Perlas clínicas<sup>1</sup></strong> </h3><ul><li>Todos los centros que tratan pacientes pediátricos con diabetes tipo 2 deben disponer de protocolos escritos y específicos sobre cirugía segura para esta población. </li><li>Este grupo de pacientes tiene un mayor riesgo de padecer trastornos psicológicos (por ejemplo, ansiedad y depresión) y factores sociales complejos que pueden afectar su bienestar y control de la diabetes. </li><li>Realizar una evaluación de ansiedad y depresión a los niños que tienen dificultades persistentes con el control de la glucemia. </li><li>Remitir a niños con diabetes tipo 2 para que se les practique un tamizaje de retinopatía diabética a partir de los 12 años (este control debe ser anual). </li><li>En pacientes con periodontitis, hacer un tratamiento adecuado de esta condición puede mejorar el control de la glucemia y reducir el riesgo de hiperglicemia. </li></ul>

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Guía NICE para diagnóstico y tratamiento de diabetes mellitus en niños, actualización 2022, parte II

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