La Iniciativa Global para Asma (GINA, por sus siglas en inglés) actualizó en 2022 las directrices para el diagnóstico y tratamiento del asma en adultos, adolescentes y niños. Las pautas recomiendan emplear corticosteroides inhalados (CSI) y formoterol para reducir las exacerbaciones, controlar los síntomas en lugar de emplear solo los agonistas beta-2 de acción corta (SABA), y evitar el uso del término “asma leve” en la práctica clínica. Además, se incluyó la linfopoyetina estromal antitímica como nueva terapia biológica para el asma grave.

<p>El asma es una condición médica caracterizada por episodios de sibilancias, tos y disnea, debido a la hiperreactividad e inflamación de las vías respiratorias.<sup>1</sup> Según la OMS, esta enfermedad afectó a cerca de 262 millones de individuos en 2019 y causó 461.000 muertes en el mundo.<sup>2</sup> </p><p>GINA actualizó en 2022 la <strong>guía</strong> de <strong>práctica</strong> <strong>clínica</strong> para el diagnóstico, evolución y tratamiento del asma en adultos, adolescentes y niños.<sup>3</sup> </p><h3><strong>Cambios respecto a la guía de 2021<sup>3</sup></strong></h3><ul><li>Los pacientes con asma de leve a moderada y controlada correctamente no presentan mayor riesgo para COVID-19 grave, aunque el riesgo es mayor para aquellos que utilizan corticosteroides orales (CSO).</li><li>El algoritmo diagnóstico se modificó para resaltar que el enfoque de las pruebas dependerá de si el paciente ya recibe o no tratamiento.</li><li>Se adicionó información sobre el diagnóstico en países de bajos y medianos ingresos.</li><li>Evitar emplear el término “asma leve” en la práctica clínica siempre que sea posible.</li><li>Utilizar CSI y formoterol según sea necesario como alivio de las exacerbaciones y control de los síntomas en lugar de los SABA.</li><li>Se incluyó la linfopoyetina estromal antitímica como nueva terapia biológica para el asma grave.</li><li>El uso de CSI y formoterol a demanda se asocia con menos visitas a urgencias y hospitalizaciones.</li><li>No deben emplearse los anticolinérgicos de acción larga (LAMA) como monoterapia; se pueden agregar a un CSI-agonistas beta de acción prolongada (LABA) para mejorar la función pulmonar y reducir las exacerbaciones.</li><li>Ofrecer planes de acciones escritos, impresos o digitales sobre el tratamiento para los pacientes.</li><li>En niños &lt;5 años con sibilancias y sin o pocos síntomas respiratorios, se recomienda emplear ciclos breves intermitentes de CSI.</li><li>El salbutamol es el broncodilatador de elección para el manejo del asma aguda en entornos de atención primaria.</li><li>El uso de cigarrillos electrónicos se asocia con mayor riesgo de sintomatología respiratoria y exacerbaciones.</li></ul><h3><strong>Diagnóstico<sup>3</sup></strong></h3><ul><li>Se basa en la historia clínica, los antecedentes de los síntomas característicos (sibilancias, disnea, opresión en el pecho y tos), los cuales deben documentarse a partir de las pruebas broncodilatadoras u otras (tabla 1).</li><li>Realizar exámenes para obtener el diagnóstico antes del tratamiento, ya que la detección se complica cuando la terapia ya está instaurada.</li><li>Es posible emplear estrategias adicionales para confirmar el diagnóstico en ciertas poblaciones, como los adultos mayores y quienes viven en zonas de bajos ingresos.</li></ul><figure class="image"><img src="https://res.cloudinary.com/docred/image/upload/t_optimization/v1661794205/Tabla_GINA_1_90589092d6.webp" /></figure><h3><strong>Evaluación<sup>3</sup></strong></h3><ul><li>Para el control del asma es necesario evaluar dos aspectos: manejo de síntomas y riesgo de eventos adversos.</li><li>La definición de gravedad se basa en la evaluación retrospectiva, después de mínimo 2 a 3 meses de tratamiento.</li><li>Las nuevas <strong>pautas</strong> señalan evitar el uso del término “asma leve” en la práctica diaria; en caso de utilizarse, recordar que estos pacientes aún pueden desarrollar exacerbaciones graves o fatales.</li><li>GINA propone realizar una discusión con las partes interesadas para aclarar el concepto de “asma leve”.</li><li>Evaluar el control de los síntomas con su frecuencia diurna y nocturna, y en pacientes que utilizan SABA, valorar la periodicidad de su uso.</li><li>Evaluar riesgo de futuras exacerbaciones, inclusive cuando existe control adecuado de síntomas.</li><li>Ordenar pruebas de función pulmonar al momento del diagnóstico, 3 a 6 meses después de comenzar el tratamiento y periódicamente a partir de entonces.</li></ul><p>Los factores de riesgo para exacerbaciones son:</p><ul><li>Más de una exacerbación en los años previos.</li><li>Problemas socioeconómicos.</li><li>Adherencia deficiente.</li><li>Técnica de inhalación incorrecta, bajo VEF1.</li><li>Tabaquismo.</li><li>Eosinofilia en sangre.</li></ul><h3><strong>Tratamiento<sup>3</sup></strong></h3><ul><li>No emplear tratamiento solo con SABA.</li><li>Indicar CSI para reducir el riesgo de exacerbaciones graves y controlar síntomas.</li><li>Se puede emplear 2 enfoques:<ul><li><strong>Enfoque 1:</strong> utilizar CSI y formoterol.</li><li><strong>Enfoque 2</strong>: solo cuando el primer enfoque no es posible, o si el paciente está estable, con adecuada adherencia y sin exacerbaciones en el ultimo año de tratamiento. El rescate es con SABA.</li></ul></li></ul><figure class="image"><img src="https://res.cloudinary.com/docred/image/upload/t_optimization/v1661794226/Figura_GINA_1_de2eaa87bd.webp" /></figure><figure class="image"><img src="https://res.cloudinary.com/docred/image/upload/t_optimization/v1661794238/Figura_GINA_2_3bbb313fcb.webp" /></figure><ul><li>Reevaluar a los pacientes después de 2 a 3 meses o antes, según la urgencia clínica.</li><li>Verificar la adherencia y la técnica del inhalador con frecuencia.</li><li>Reducir el tratamiento cuando se obtenga adecuado control durante 3 meses.</li><li>Recomendar abandono de hábitos de tabaquismo.</li><li>Aconsejar ejercicios de respiración que mejoran síntomas y calidad de vida.</li></ul><h3><strong>Exacerbaciones<sup>3</sup></strong></h3><ul><li>Episodios caracterizados por aumento progresivo de los síntomas y reducción progresiva de la función pulmonar.</li><li>Brindar planes de acción escritos a todos los pacientes para control de los síntomas y conocimiento sobre cómo abordar el empeoramiento del asma.</li><li>Para el abordaje en atención primaria ver figuras 3 y 4.</li></ul><figure class="image"><img src="https://res.cloudinary.com/docred/image/upload/t_optimization/v1661794257/Figura_GINA_3_7a73ce5f23.webp" /></figure><figure class="image"><img src="https://res.cloudinary.com/docred/image/upload/t_optimization/v1661794264/Figura_GINA_4_6ddd548fc8.webp" /></figure><figure class="image"><img src="https://res.cloudinary.com/docred/image/upload/t_optimization/v1661794268/Figura_GINA_5_1233c0735f.webp" /></figure><h3><strong>COVID-19 y asma<sup>3</sup></strong></h3><ul><li>Los pacientes con asma no tienen mayor riesgo de COVID-19.</li><li>En pacientes con asma de leve a moderada bien controlada no hay <strong>evidencia</strong> suficiente de mayor riesgo de desarrollo de COVID-19 grave.</li><li>Los individuos con asma bien controlada no poseen mayor riesgo de muerte asociada con COVID-19, aunque este aumenta en aquellos que han recibido CSO en los últimos días.</li><li>Es importante continuar con la administración de medicamentos ordenados, sobre todo en pacientes que emplean CSI y CSO.</li><li>Asegurar que todos los pacientes reciban un plan de acción escrito.</li><li>Cuando se sospeche o confirme COVID-19, o se evidencie riesgo local moderado o alto, no utilizar nebulizadores siempre que sea posible por el mayor riesgo de propagación de la infección a personas cercanas.</li><li>Evitar espirometría en pacientes con COVID-19 confirmado o sospechoso.</li><li>Seguir las <strong>pautas</strong> de control de infecciones en caso de emplear intervenciones que generan aerosoles.</li><li>Recomendar la administración de vacunas contra COVID-19 y sus refuerzos. Si el paciente tiene antecedentes de reacción alérgica severa a algún componente de los biológicos como el polietilenglicol (Pfizer/BioNTech, Moderna, AstraZeneca o Johnson &amp; Johnson), emplear una vacuna diferente.</li></ul><h3><strong>Perlas clínicas</strong></h3><ul><li>Utilizar corticosteroides inhalados y formoterol en lugar de SABA solo para controlar síntomas y prevenir exacerbaciones.</li><li>En niño &lt;5 años con sibilancias y sin o pocos síntomas respiratorios, se recomienda emplear ciclos breves intermitentes de CSI.</li><li>Evaluar la adherencia al tratamiento y la técnica del inhalador en cada consulta.</li><li>Recomendar la inmunización contra COVID-19 a todos los pacientes con asma.</li><li>En entornos de atención primaria donde no estén disponibles los CSI-formoterol, el salbutamol es el medicamento de elección para las exacerbaciones.</li></ul>

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Guía de práctica clínica para asma, GINA 2022

GINA actualizó en 2022 la guía de práctica clínica para el abordaje del asma. Lea más acá. 