The European Society for Clinical Nutrition and Metabolism (ESPEN) publicó la guía sobre el abordaje nutricional en la enfermedad inflamatoria intestinal (EII). Las pautas incluyen: hábitos alimenticios basados en frutas, verduras y ácidos grasos n-3; la forma correcta de evaluar y tratar la desnutrición o las deficiencias nutricionales y de micronutrientes y un llamado para tener en cuenta que las necesidades proteicas se incrementan cuando la enfermedad está activa; y recomendar probióticos en la CU, pero no en la EC. 

<p>La EII está conformada por la enfermedad de Crohn (EC) y la colitis ulcerosa (CU). Son afecciones crónicas y de etiología desconocida.<sup>1</sup> La desnutrición es una de las complicaciones comunes en la EC debido a que el intestino delgado está afectado.<sup>2</sup> </p><p>La ESPEN publicó a mediados de 2020 la <strong>guía</strong> de <strong>práctica</strong> <strong>clínica</strong> sobre las recomendaciones dietéticas y nutricionales en la EII. Las pautas incluyen prevención, aspectos generales del abordaje, pautas de <a href="https://www.docred.com/articulos/AR-nutricion-artificial-dilemas-eticos" target="_self">nutrición</a> médica, directrices generales para intervenciones quirúrgicas y patrones dietéticos en la remisión de la enfermedad.<sup>3</sup> </p><h3><strong>Prevención de EII<sup>3</sup></strong></h3><ul><li>Aconsejar dietas ricas en frutas, verduras, ácidos grasos n-3 y bajas en ácidos grasos n-6 para reducir el riesgo de desarrollar EC o CU. </li><li>Recomendar la lactancia materna en niños pequeños ya que protege y reduce el riesgo de EII.</li></ul><h3><strong>Generalidades<sup>3</sup></strong></h3><ul><li>Indicar pruebas de diagnóstico de desnutrición a todos los pacientes con EII.</li><li>Tratar de manera adecuada la desnutrición debido a que empeora el  pronóstico, genera complicaciones, aumenta la mortalidad y compromete la calidad de vida. </li><li>Evaluar de manera periódica las deficiencias de micronutrientes y déficits específicos para tratar según corresponda. </li><li>Los requerimientos energéticos de estos pacientes son iguales a la población sana:<ul><li>Proteínas: cuando la enfermedad está activa, la ingesta debe aumentar a 1.2 a 1.5 g/kg/día en adultos. En casos de remisión no suele incrementarse, la cantidad es similar a la indicada para las personas sanas (1 g/kg/día).</li><li>Hierro: para todos los pacientes, cuando se evidencia anemia ferropénica, con el fin de normalizar los niveles de hemoglobina (Hb) y las reservas del mineral (tabla 1).<ul><li>Oral: primera opción en anemia leve.</li><li>Intravenoso: primera línea en enfermedad clínicamente activa, pacientes con intolerancia a la vía oral o con niveles de Hb &lt;100 g/L que ameritan agentes estimulantes de la eritropoyesis. </li></ul></li></ul></li></ul><figure class="image"><img src="https://res.cloudinary.com/docred/image/upload/t_optimization/v1672336979/grafica_Tabla_1_921d50f06d.webp" /></figure><h3><strong>Recomendaciones dietéticas en enfermedad activa<sup>3</sup></strong></h3><figure class="image"><img src="https://res.cloudinary.com/docred/image/upload/t_optimization/v1672336993/grafica_Figura_1_103a97f256.webp" /></figure><figure class="image"><img src="https://res.cloudinary.com/docred/image/upload/t_optimization/v1672337000/grafica_Figura_2_c0d8989d1e.webp" /></figure><h3><strong>Nutrición médica en la enfermedad activa</strong></h3><ul><li>Los suplementos nutricionales orales (SON) son los de primera elección, pero suelen ser una terapia de apoyo para la dieta normal. </li><li>Cuando la alimentación oral es insuficiente, considerar la nutrición enteral (NE) como alternativa de apoyo.</li><li>En todo momento, preferir el uso de fórmulas o líquidos a nutrición parenteral (NP), a menos que existan contraindicaciones. </li><li>Evitar la deshidratación para mitigar riesgos de tromboembolismo.</li><li>Pacientes con EC, fístula distal y bajo gasto, pueden recibir soporte con NE. </li><li>Personas con EC, fístula proximal y/o gasto muy elevado, deben recibir soporte nutricional mediante NP parcial o exclusiva.</li><li>Cuando se prolonga la privación nutricional durante un largo tiempo, es importante prevenir el síndrome de realimentación.</li></ul><h4><i><strong>Indicaciones de la NP</strong></i></h4><ol><li>En casos en los que la vía oral o la NE no son posibles o suficientes (tracto gastrointestinal disfuncional o en personas con EC con intestino corto).</li><li>Cuando hay obstrucción intestinal y no se puede colocar una sonda de alimentación más allá de la lesión.</li><li>Una vez se produzcan otras complicaciones, como fuga anastomótica o fístula intestinal de alto gasto. </li><li>No debe emplearse en CU a menos que exista falla intestinal. </li></ol><h4><i><strong>Nutrición enteral</strong></i></h4><ul><li>Recomendarla como primera opción de tratamiento para reducir la remisión en niños y adolescentes con EC activa. </li><li>Se pueden emplear sondas nasales o acceso percutáneo. </li><li>En casos de EC, debe administrarse mediante una bomba de alimentación enteral. </li><li>Aconsejar la presentación estándar (polimérica, contenido moderado de grasa, sin suplementos particulares) como terapia nutricional primaria y de apoyo en la EII activa.</li><li>No se recomiendan formulaciones o sustratos específicos (glutamina, ácidos grasos n-3) en el uso de NE o NP. </li></ul><h3><strong>Elementos quirúrgicos de la nutrición<sup>3</sup> </strong></h3><ul><li>Los criterios para riesgo nutricional grave son: pérdida de peso &gt; 10% a 15% en seis meses, IMC &lt; 18.5 kg/m<sup>2</sup> y albúmina sérica &lt; 30 g/L (sin evidencia de disfunción hepática o renal).</li><li>Ofrecer soporte nutricional precoz en la EC para prevenir complicaciones posoperatorias.</li></ul><figure class="image"><img src="https://res.cloudinary.com/docred/image/upload/t_optimization/v1672337009/grafica_Figura_3_c6ee08fe8d.webp" /></figure><figure class="image"><img src="https://res.cloudinary.com/docred/image/upload/t_optimization/v1672337032/grafica_Figura_4_35968cb459.webp" /></figure><h3><strong>Remisión<sup>3</sup></strong></h3><ul><li>Aconsejar asesoramiento con dietista como parte del enfoque multidisciplinario en todos los pacientes en remisión. </li><li>No hay evidencia suficiente para recomendar:<ul><li>Dietas especificas</li><li>Suplementación con ácidos grasos n-3 para apoyar el mantenimiento de la remisión</li><li>Dietas altas en fibra no especificas </li><li>La NE o NP como tratamientos primarios </li></ul></li><li>Los probióticos se recomienda para mantener la remisión de la CU, pero no para la EC. </li><li>Se pueden recomendar los SNO o la NE en casos de EC en remisión, si la desnutrición no puede tratarse de manera suficiente con asesoramiento dietético.</li><li>Ofrecer dieta estándar o SNO con atención en el cribado y soporte nutricional genérico.</li><li>Indicar vitamina B12 en pacientes con EC y resección de más de 20 cm de íleo distal combinado o no con la válvula íleo-cecal. </li><li>Ordenar suplementos de vitamina B9 en pacientes seleccionados, por ejemplo, aquellos tratados con sulfasalazina y metotrexato. </li><li>Vigilar los niveles de hierro y de folato en embarazadas. Si se detectan deficiencias, recomendar suplementos correspondientes. </li><li>Fomentar el entrenamiento de resistencia en todos los casos de EII. Cuando exista reducción de masa muscular y/o rendimiento muscular, es importante indicar actividad física adecuada. </li><li>Aconsejar reducción de peso en pacientes con obesidad solo en fases de remisión estable y después de esta según las pautas para tratar la condición clínica. </li></ul><p><strong>Perlas clínicas</strong></p><ol><li>Aconsejar dietas ricas en frutas, verduras, ácidos grasos n-3 y bajas en ácidos grasos n-6 para reducir el riesgo de afecciones. </li><li>Indicar ingesta de proteína de 1.2 a 1.5 g/kg/día en adultos cuando la enfermedad está activa.</li><li>Cuando hay anemia ferropénica, ordenar suplementos de hierro con dosis de 1000 mg a 2000 mg según el peso del paciente.</li><li>Si el paciente recibe esteroides, revisar los niveles de calcio sérico y vitamina D para prevenir baja densidad mineral ósea.</li><li>Los probióticos se recomiendan para la remisión de la CU, pero no de la EC.</li><li>La NE es la primera opción cuando la vía oral es insuficiente o no se tolera. </li><li>La NP se indica cuando la vía oral o la NE no son posibles o suficientes, cuando hay obstrucción intestinal o si hay otras complicaciones como fuga anastomótica.</li><li>Aconsejar NE estándar (polimérica, contenido moderado de grasa, sin suplementos particulares).</li><li>Indicar vitamina B12 en pacientes con EC y resección de más de 20 cm de íleo distal.</li><li>Aconsejar reducción de peso en pacientes con obesidad solo en fases de remisión estable y después de esta.</li></ol>

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Guía de nutrición clínica en la enfermedad inflamatoria intestinal

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