Las últimas pautas de diagnóstico y tratamiento de sepsis en niños definen esta enfermedad como una respuesta desregulada del huésped ante la infección que provoca disfunción orgánica potencialmente mortal. Resaltan la importancia de administrar de forma rápida antibióticos de amplio espectro, recolectar cultivos, aplicar líquidos intravenosos y usar agentes vasoactivos si persiste el shock. Emplear hidrocortisona en casos de shock refractario a líquidos y resistente a catecolaminas.
En 2024, la Academia Americana de Pediatría (AAP) publicó en Pediatrics una nueva revisión del diagnóstico y tratamiento de la sepsis pediátrica. Las principales pautas se resumen a continuación.1 También se agregan recomendaciones importantes de otros autores.2,3
Definición de sepsis en niños1
Se prefiere el concepto de sepsis como respuesta desregulada del huésped a la infección que conduce a disfunción orgánica potencialmente mortal, en lugar de solo “síndrome de respuesta inflamatoria sistémica” (SRIS).
Diagnóstico1,2
Emplear criterios para reconocer y diagnosticar a niños con sospecha de sepsis o shock séptico que sean oportunos y respalden la sepsis sobre diagnósticos alternativos (tabla 1).
Prestar atención a alteraciones tempranas y sutiles que sugieran sepsis (figura 1).
Utilizar signos vitales anormales, evidencia de inflamación en pruebas de laboratorio y signos clínicos de infección para descartar la enfermedad.
Algunos laboratorios útiles incluyen lactato sérico, proteína C reactiva (PCR) y procalcitonina (PCT), aunque estas pruebas no son definitivas.
Cribado1
Hacer detección o cribado de sepsis de forma sistémica para reconocer de manera oportuna el shock séptico y otras disfunciones orgánicas asociadas a sepsis en pediátricos con malestar agudo (tabla 2).
Tratamiento1,3
Aplicar seis pasos clave en la gestión inicial de niños con sospecha de sepsis o shock séptico (figura 2).
Acceso intravenoso/intraóseo
Obtener acceso intravenoso o intraóseo para administrar medicamentos y fluidos rápidamente.
Antibióticos empíricos de amplio espectro
El tratamiento debe iniciarse lo antes posible, ideal dentro de la primera hora de reconocimiento de sepsis o shock séptico.
Elegir antibiótico según historia del paciente, síntomas y epidemiología local.
En la mayoría de casos, un antibiótico de amplio espectro como cefalosporina de tercera generación (por ejemplo, ceftriaxona) es suficiente.
Para pacientes inmunocomprometidos o con sepsis nosocomial, usar antibiótico con cobertura antipseudomonal.
Resucitación con líquidos
Administrar bolos de líquidos (10-20 mL/kg) en un lapso de 5 a 20 minutos y se debe evaluar de manera continua la respuesta del paciente.
Utilizar cristaloides, sobre todo soluciones balanceadas.
Titular los bolos de fluidos según marcadores clínicos de gasto cardíaco, como frecuencia cardíaca, presión arterial, tiempo de llenado capilar, nivel de conciencia, temperatura de extremidades, producción de orina, lactato sanguíneo y saturación de oxígeno venoso central.
Agentes vasoactivos
Iniciar agentes vasoactivos si el shock persiste.
Epinefrina o norepinefrina son preferidas sobre dopamina para revertir el shock y prevenir mortalidad.
Epinefrina es preferida para pacientes con disfunción miocárdica moderada a severa, mientras que norepinefrina es preferida para pacientes con vasoplejía.
Evaluación continua
Reevaluar pacientes de forma periódica en busca de signos de shock persistente, cambios en el estado de fluidos y respuesta a cada intervención.
Buscar signos de sobrecarga de fluidos, como estertores pulmonares, hepatomegalia, edema periférico y hallazgos ecocardiográficos
Corticosteroides y reanimación metabólica
No se recomienda utilizar hidrocortisona en niños con sepsis o shock séptico que estén hemodinámicamente estables después de la resucitación con líquidos y el soporte vasoactivo de baja dosis.
Considerar su uso en casos de shock refractario a líquidos y resistente a catecolaminas.
No hay evidencia suficiente para recomendar a favor de las terapias metabólicas adyuvantes.
Subfenotipos de sepsis1
Si bien la mayoría de pacientes con sepsis presentan características clínicas comunes con respuesta compartida a las intervenciones, la variabilidad entre patógenos, huéspedes y sus interacciones da como resultado heterogeneidad sustancial entre patología subyacente y respuesta al tratamiento.
Como resultado, existen varios subfenotipos en los que algunos niños muestran características clínicas, trayectoria de enfermedad o particularidades fisiopatológicas distintas (tabla 4).
Perlas clínicas
Usar criterios clínicos y de laboratorio para diagnosticar sepsis de forma temprana.
Administrar antibióticos de amplio espectro dentro de la primera hora de reconocimiento de sepsis.
Realizar cribado sistemático de sepsis en pacientes pediátricos críticamente enfermos.
Iniciar la resucitación con bolos de líquidos (10-20 mL/kg) y monitorear respuesta.
Preferir soluciones balanceadas para resucitación con líquidos.
Utilizar agentes vasoactivos como epinefrina o norepinefrina si el shock persiste.
Considerar el uso de hidrocortisona en casos de shock refractario a líquidos.
La reanimación metabólica no se recomienda de forma rutinaria.
Documento original en PDF:
AAP 2024: guía de diagnóstico y tratamiento de sepsis en niños
National Institute for Health and Care Excellence. Suspected sepsis: Recognition, diagnosis and early management. 2023 [internet]. [Publicado el 13 de julio de 2016; actualizado el 31 enero de 2024; consultado el 22 de febrero de 2024]. Disponible en: https://www.nice.org.uk/guidance/ng51
Schlapbach LJ, Watson RS, Sorce LR, et al. International consensus criteria for pediatric sepsis and septic shock. JAMA. https://doi.org/10.1001/jama.2024.0179
Gómez B. Sepsis. Protoc diagn ter pediatr. 2020;1:153-166. https://www.aeped.es/sites/default/files/documentos/12_sepsis.pdf
Codigo: GI-CG-3-10368
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