La salud ocular es crucial en la vida diaria y se pueden prevenir muchas enfermedades con atención oftálmica oportuna. La Asociación Americana de Oftalmología resalta la importancia de la detección temprana y el tratamiento para preservar la visión y evitar complicaciones graves. Se brindan recomendaciones detalladas para una evaluación integral, incluyendo exámenes y pruebas específicas, además, se sugiere clasificar a los pacientes para un seguimiento y tratamiento adecuados.

El impacto en la salud pública de las enfermedades oculares es sustancial, dado que la visión afecta el funcionamiento diario. Sin embargo, algunos estudios clínicos indican que hasta el 40% de la pérdida de visión legal -tanto en comunidades urbanas como rurales- pudo haberse prevenido o paliado si las personas afectadas hubiesen recibido cribado y atención oftálmica oportuna, y que el 63% de las personas que tienen alguna patología ocular, no lo saben.1La Asociación Americana de Oftalmología (AAO) estableció este 2020 sus patrones preferidos en formato de guía de práctica clínica para la evaluación médica integral ocular en adultos. La detección, asesoría y tratamiento tempranos de patologías oftálmicas pueden preservar la función visual, o en el caso de enfermedades sistémicas, prevenir disfunción severa de la esfera ocular o incluso, la muerte prematura.  <h3>DEFINICIONES IMPORTANTES </h3><ul><li>Ceguera legal: en Estados Unidos, se define como una agudeza visual corregida por distancia &lt;20/200, o un campo visual de &lt;20 grados en el ojo que mejor ve.</li><li>Discapacidad visual: agudeza visual corregida por distancia &lt;20/40 en el ojo que mejor ve.</li></ul><h3>RECOMENDACIONES IMPORTANTES </h3><ul><li>La historia clínica exhaustiva debe incluir datos demográficos, autoevaluación del paciente respecto a su estado y síntomas oculares, antecedentes sistémicos y oftalmológicos (personales y familiares pertinentes), medicamentos, historia social y sexual, revisión por sistemas, etcetera.</li><li>Una evaluación oftalmológica integral consiste en el examen de la función fisiológica y estado anatómico del ojo, sistema visual, y estructuras relacionadas. En general, debería incluir los siguientes elementos:<ul><li>Agudeza visual con corrección actual a distancia y cuando es necesario, de cerca.</li><li>Refracción (cuando está indicado).</li><li>Campos visuales por confrontación.</li><li>Examen externo (posición de pestañas, párpados, aparato lagrimal y globo ocular; características faciales y dermatológicas pertinentes).</li><li>Función pupilar (tamaño y respuesta a la luz, defectos pupilares aferentes relativos).</li><li>Alineación y movilidad ocular (forias y tropias).</li><li>Examen biomicroscópico con lámpara de hendidura: márgenes de párpados y pestañas; película lagrimal; conjuntiva; esclerótica; córnea; cámara anterior; evaluación de profundidad central y periférica de cámara anterior, iris, lente y cuerpo vítreo anterior.</li><li>Medición de presión intraocular, preferiblemente usando método de tonometría de aplanación (Goldmann). La tonometría de contacto podría diferirse si se sospecha infección ocular o trauma corneal.</li><li>Fondo de ojo: cuerpo vítreo medio y posterior, retina (incluyendo polo posterior y periferia), vasculatura, y nervio óptico.</li><li>Evaluación de aspectos relevantes del estado físico y mental del paciente.</li></ul></li><li>El examen de las estructuras del segmento anterior de rutina incluye una evaluación macroscópica y biomicroscópica antes y después de la dilatación, mientras que la evaluación de las estructuras posteriores al iris debe realizarse con la pupila dilatada.</li><li>El examen óptimo del nervio óptico, mácula y retina periférica requiere el uso de un oftalmoscopio indirecto o biomicroscopia de fondo con lámpara de hendidura y los lentes diagnósticos apropiados.</li><li>Dependiendo de la historia clínica y hallazgos, se podrían indicar exámenes especializados que no forman parte de la evaluación rutinaria ocular, cómo: prueba de visión cercana monocular, prueba de agudeza visual potencial, prueba de destello, pruebas de sensibilidad al contraste, examen de visión a color, exoftalmometría, sensación corneal, queratometría, osmolaridad lacrimal, biometría, imágenes radiológicas, etcétera.</li><li>Para determinar el seguimiento y la conducta diagnóstica, debe clasificarse a los pacientes en una de tres categorías en base a la evaluación ocular inicial: pacientes sin factores de riesgo, pacientes con factores de riesgo, y pacientes con condiciones que requieren intervención.<ul><li>Categoría I: los pacientes sin factores de riesgo son aquellos en los que la evaluación integral inicial es normal o involucra sólo errores de refracción que requieren prescripción de lentes correctivos (tabla 1).</li></ul></li></ul><figure class="image"><img src="https://res.cloudinary.com/docred/image/upload/t_optimization/v1621368223/DOCRED_Plataforma_Grafica_GEO_02_22e85ca7a2.webp" /></figure><ul><li>Categoría II: los pacientes con factores de riesgo son aquellos en los que la evaluación revela signos sugestivos de condiciones potencialmente anormales, o cuando se identifican factores de riesgo para desarrollar enfermedad ocular pero el paciente aún no requiere intervención (tabla 2).  </li></ul><figure class="image"><img src="https://res.cloudinary.com/docred/image/upload/t_optimization/v1621368296/DOCRED_Plataforma_Grafica_GEO_01_1_88a195eb45.webp" /></figure><ul><li>Categoría III: para pacientes que requieren intervención oftalmológica o refractiva, se prescriben gafas, lentes de contacto, u otros dispositivos ópticos; se trata con medicamentos; se programan evaluaciones adicionales y seguimiento según lo apropiado para caso particular; y se realizan procedimientos quirúrgicos y no quirúrgicos, incluyendo cirugía láser cuando está indicado. Por otro lado, la rehabilitación visual intenta restaurar tanta habilidad funcional como sea posible, y los pacientes con función visual reducida podrían ser referidos a rehabilitación visual y/o servicios sociales, según corresponda.  </li></ul>PERLAS CLÍNICAS<ul><li>Una evaluación oftalmológica integral consiste en el examen de la función fisiológica y estado anatómico del ojo, sistema visual, y estructuras relacionadas; todo en base a condiciones individuales.</li><li>Para determinar el seguimiento y la conducta diagnóstica, debe clasificarse a los pacientes en una de tres categorías en base a la evaluación ocular inicial: pacientes sin factores de riesgo, pacientes con factores de riesgo, y pacientes con condiciones que requieren intervención.</li></ul>

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Guía de práctica clínica AAO: Evaluación ocular en adultos, 2020

La Asociación Americana de Oftalmología (AAO) estableció este 2020 una guía de práctica clínica para evaluación médica integral ocular en adultos.