Paciente masculino de 61 años con dolor crónico de rodilla programado para someterse a una cirugía electiva de artroplastia de rodilla. Sin revisión médica desde hace 20 años, con antecedentes de consumo de bebidas alcohólicas (4 a 5 por semana) tratamiento con ibuprofeno y sin hábitos de tabaquismo.  Durante la visita preoperatoria el paciente presentó valores de presión arterial de 178/92 mm Hg y su índice de masa corporal fue de 27,3 Kg/m2. Durante la anamnesis niega cefalea, dolor en el pecho, disnea y palpitaciones. Se tomaron muestras de laboratorios sin resultados notables y el electrocardiograma mostró un leve retraso en la conducción intraventricular.  Le diagnosticaron hipertensión arterial esencial antes de la cirugía, la cual fue tratada y manejada con hidroclorotiazida. Hecho que se demostró en una visita ambulatoria, donde se evidenció que la presión arterial fue 140/82 mm Hg, lo que indicó un descenso según el primer valor registrado. Posterior a la regulación de la presión arterial, el paciente fue intervenido. Se utilizó anestesia raquídea con bupivacaina y sedación consciente con midazolam y propofol. Durante el preoperatorio se registró la presión arterial en 168/92 mm Hg, mientras que en el intraoperatorio la sistólica varió de 120 a 170 mm Hg y la diastólica de 60 a 90 mm Hg; la frecuencia cardiaca estuvo entre 60 a 80 latidos por minuto y la saturación de oxígeno a 95% aire ambiente. A continuación se mencionan los hallazgos clínicos postquirúrgicos: El primer día del post operatorio mientras el paciente realizaba fisioterapia, presenta elevación de la presión arterial a 216/99 mm Hg con frecuencia cardíaca de 141 X´, frecuencia respiratoria: 20X´ y SatO2:  90% aire ambiente. No refirió ningún tipo de sintomatología. El electrocardiograma reportó: taquicardia sinusal con complejo ventricular prematuro, bloqueo fascicular anterior izquierdo y bloqueo de rama derecha. La radiografía de tórax mostró signos sugestivos de edema pulmonar.  <figure class="image image_resized" style="width:auto"><img src="https://res.cloudinary.com/docred/image/upload/t_optimization/v1623850619/image_2c04d7ebe1.webp" /><figcaption>Figura 1: Electrocardiograma del día 1 después de la cirugía muestra taquicardia sinusal, bloqueo fascicular anterior izquierdo y bloqueo derama derecha. Adaptado de (1).</figcaption></figure>En vista del valor de la presión arterial, se le administró  hidralazina intravenosa y un bolo de 20 mg de labetalol, durante 30 minutos. La presión arterial disminuyó a 187/95 mm Hg. Ingresó a la unidad de cuidados intensivos (UCI) con signos de diaforesis y vasoconstricción periférica. En vista del cuadro clínico, le tomaron muestra de sangre para analítica que reportó los siguientes resultados: bicarbonato de 17 mmol/L con anión gap de 26 mmol/L, nitrógeno ureico sérico de 24 mg/dl, creatinina de 2,16 mg/dl, lactato de 6,8 mmol/L y troponina de cuarta generación de 3,96 ng/ml.  Los intensivistas iniciaron goteo de esmolol para manejar la hipertensión, pero el paciente se complicó debido al progreso rápido de la hipoxemia y la taquipnea que conllevó a intubación y parálisis con cisatracurio. Una vez intubado la presión arterial descendió a 130/88 mm Hg.  El segundo día después de la cirugía, el paciente presentó paro asistólico, motivo por el cual se inició reanimación cardiopulmonar, se administró epinefrina, bicarbonato de sodio y cloruro de calcio, recuperando la circulación espontánea. Iniciaron  antibioticoterapia endovenosa con vancomicina, cefepime y metronidazol.  Posteriormente, el paciente presentó un estado de shock con insuficiencia orgánica multisistémica que conllevó a instaurar la hipotermia terapéutica y la hemodiálisis venosa continua.  El tercer día posterior a la cirugía el paciente presentó bloqueo auriculoventricular completo, desarrollando asistolia ventricular intermitente, lo que ameritó colocación temporal de marcapasos en el ventrículo derecho. Dos días después el paciente se complicó con un shock progresivo y falla del sistema multiorgánico por lo cual iniciaron  soporte vasopresor con norepinefrina, vasopresina, epinefrina, fenilefrina y dopamina.  El quinto día del postoperatorio, el paciente fue trasladado a cuidados paliativos y falleció poco después. Durante la autopsia se evidenció: cardiomegalia hipertensiva con hipertrofia concéntrica; arterias coronarias permeables y una masa sólida de 280 g y 11 cm de diámetro que reemplazó la glándula suprarrenal izquierda  y medía comprimiendo la corteza suprarrenal. Los análisis de sangre y orina reportaron niveles marcadamente elevados de metanefrina.  Este último dato, más los hallazgos anatomopatológicos de la glándula suprarrenal permitieron hacer el diagnóstico de feocromocitoma. Comentario editorial: Este caso clínico permite establecer un antecedente del feocromocitoma, resaltando la importancia de considerar esta patología como diagnóstico diferencial ante cualquier miocardiopatía, o signos de falla multisistémica debido a su expresión potencialmente mortal. Ante la presencia de uno de estos cuadros clínicos, el equipo multidisciplinario debe realizar una completa historia clínica para descartar el feocromocitoma, y en caso de establecer su diagnóstico aplicar tratamiento adecuado para prevenir complicaciones catastróficas.   También le podría interesar: <a href="https://www.docred.com/casos/ca-caso-clinico-tromboembolismo-pulmonar-despues-hemorragia-cerebral-espontanea" target="_self">Caso clínico: tromboembolismo pulmonar después de hemorragia cerebral espontánea</a>

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