El sobrepeso y la obesidad afectan a personas cada vez más jóvenes, aumentando tempranamente el riesgo metabólico y cardiovascular. La base para el control del peso está fundamentada en mantener el déficit calórico gracias a una alimentación balanceada y actividad física regular, sin embargo, algunos medicamentos pueden ayudar a lograr un peso corporal saludable, como es el caso de algunos análogos del receptor de GLP-1, que han demostrado beneficio en la reducción de peso en pacientes con diabetes y sin diabetes.

Los agonistas del receptor del péptido similar al glucagón tipo 1 (AR GLP-1) son un grupo de medicamentos que actúan a través de la vía de las incretinas y que han demostrado beneficio en el control de la diabetes mellitus tipo 2. Dos de estos AR GLP-1 han confirmado además importantes beneficios sobre la reducción del peso corporal: semaglutide a dosis de 2.4 mg semanal y liraglutide en dosis diaria de 3 mg; sin embargo, hasta el momento no se contaba con evidencia comparativa de calidad entre estos dos esquemas de tratamiento.  Un reciente estudio publicado en Journal of the American Medical Association (JAMA) comparó cabeza a cabeza la eficacia sobre la reducción del peso corporal y los perfiles de seguridad de semaglutide 2.4 mg semanal versus liraglutide 3 mg cada día. Este estudio de fase 3 y de 68 semanas de seguimiento se realizó bajo un modelo aleatorizado de etiqueta abierta entre septiembre de 2019 y mayo de 2021. Se incluyeron pacientes mayores de 18 años con uno o más intentos no exitosos de pérdida de peso y con un índice de masa corporal (IMC) de 30 kg/m2 o mayor, o mayor de 27 kg/m2 más alguna comorbilidad relacionada al peso (hipertensión, dislipidemia, apnea obstructiva del sueño o enfermedad cardiovascular). Se excluyeron los pacientes con diagnóstico de diabetes, aquellos con hemoglobina glucosilada (HbA1C) ³ 6.5% o con cambios autoreportados del peso corporal de más de 5 kg en los últimos 90 días. Se realizó una aleatorización por bloques 3:1:3:1 a semaglutide o placebo, o liraglutide o placebo. La existencia de grupos placebo facilitó la comparación de los principios activos versus placebo en los desenlaces secundarios. La dosis de semaglutide se inició a 0.25 mg semanalmente escalando a 2.4 mg o 1.7 mg en aquellos pacientes que no toleraron la dosis preestablecida. Liraglutide se inició a dosis de 0.6 mg con escalonamiento durante 4 semanas hasta 3 mg cada día. Todos los pacientes fueron animados regularmente a mantenerse bajo una dieta con déficit calórico establecido y un régimen de actividad física de al menos 150 minutos semanales.El desenlace primario evaluado fue el porcentaje de cambio del peso de base a la semana 68. Los desenlaces secundarios confirmatorios incluyeron el logro de una pérdida de peso del 10% o más, 15% o más y 20% o más en el mismo periodo de seguimiento. Otros desenlaces secundarios incluidos fueron la circunferencia abdominal, la presión arterial, la concentración de lípidos plasmáticos, la proteína C reactiva, la HbA1C, la glucosa e insulina en ayuno, y el estatus glucémico.En total se aleatorizaron 338 pacientes con edad promedio de 49 años, en su mayoría mujeres (78.4%), con peso promedio de 104.5 kg e índice de masa corporal promedio de 37.5 kg/m2. 319 pacientes completaron el estudio, y 271 (80.2%) cumplieron con el tratamiento. La media del cambio de peso desde el inicio del estudio fue de -15.8% con semaglutide en comparación con -6.4% en el grupo liraglutide (diferencia de -9.4%; IC95% -12% a -6.8%; P&lt;0.001). Los participantes tuvieron una posibilidad significativamente mayor de alcanzar pérdidas de peso del 10% o más, 15% o más, y 20% o más con semaglutide versus liraglutide (OR de 6.3, 7.9 y 8.2 respectivamente). Se reportaron eventos adversos (EA) en el 95.2% de participantes con semaglutide, 96.1% de participantes con liraglutide y 95.3% de los incluidos en el grupo placebo. Los trastornos gastrointestinales fueron más frecuentes en los grupos de principio activo, con una mayor ocurrencia en el grupo semaglutide en comparación con quienes recibieron liraglutide, sin embargo, esta diferencia no fue clínicamente significativa.La mayoría de los eventos gastrointestinales fueron leves o moderados en intensidad, transitorios y resueltos sin la necesidad de la discontinuación permanente del tratamiento. Los EA serios se reportaron en 7.9% de los pacientes tratados con semaglutide y 11% de los tratados con liraglutide. La suspensión permanente del tratamiento por EA fue más frecuente en el brazo liraglutide (12.6%) que en el brazo semaglutide (3.2%).Los autores concluyen que, en adultos con sobrepeso u obesidad sin diabetes, semaglutide subcutáneo una vez a la semana en comparación con la liraglutide subcutáneo una vez al día, sumado al asesoramiento sobre la importancia en la adherencia a una dieta saludable y actividad física regular, resultó en una pérdida de peso significativamente mayor a las 68 semanas en conjunto con mejoría de otros parámetros de riesgo cardiovascular.

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Semaglutida versus Liraglutida para control del peso en adultos

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