Los celulares o smartphones traen muchos beneficios para la sociedad, pero al mismo tiempo su sobreuso actual produce patologías físicas y mentales. Un análisis en estudiantes de medicina encontró que el uso problemático del celular genera varias alteraciones del sueño, por lo que ahora es un factor más para estudiar en la consulta médica. 

Los celulares o smartphones son actualmente las principales herramientas de trabajo y entretenimiento en todo el mundo. Nos han traído grandes beneficios al permitirnos tener en la palma de la mano todas las funciones de una computadora, desde el acceso a internet y documentos, hasta un gran foco de entretenimiento con juegos, videos, multimedia, navegación y redes sociales.1Sin embargo, se ha observado que a medida que se incrementa el tiempo de uso diario de los celulares también se disminuye la cantidad de actividad física, deportes, pasatiempos, lectura e interacción social, lo que afecta directamente la salud física osteomuscular, cardiovascular y neurológica.2,3 La salud mental también se ve afectada. Los estudios han observado que las personas que pasan más de 3 horas al día en el celular tienen mayor riesgo de depresión e ideación suicida comparadas con aquellas que lo usan mínimamente. El uso de 3 o más horas de redes sociales al día incrementa significativamente las tasas de ansiedad, soledad y miedo social por exclusión o desactualización, sobre todo en personas jóvenes.2 Otros efectos del uso prolongado de los celulares son limitación del foco atencional, disminución de la memoria de trabajo, pérdida de la habilidad de pensamiento profundo, menor imaginación, menores ganas de explorar y construir, y estancamiento creativo, todo lo cual afecta desde la productividad laboral hasta la resolución de problemas comunes. 2,3 El sueño es un área que se ve muy afectada por el uso prolongado de los celulares. En un estudio reciente en 264 estudiantes de medicina, el uso del celular antes de acostarse y en el momento de levantarse se asoció con pobre calidad del sueño, sensación de falta de sueño (con cansancio al despertar y durante el día), alteraciones para conciliar el sueño, somnolencia diurna e incremento en el uso de hipnóticos para el insomnio.1 La fisiopatología por la que el uso prolongado del celular causa alteraciones del sueño está bien estudiada. La luz azul emitida por las pantallas LED del dispositivo y las emisiones de los campos electromagnéticos generan estimulación nocturna de las células ganglionares fotosensibles de la retina contenedoras de melanopsina e inhibición de la glándula pineal. Esto inhibe la síntesis de melatonina y afecta el ritmo circadiano, la arquitectura del sueño y la actividad de las ondas lentas del electroencefalograma (figura 1).1<figure class="image"><img src="https://res.cloudinary.com/docred/image/upload/t_optimization/v1706568506/20_XII_2023_FIGURA_Insomnio_el_celular_puede_ser_la_causa_SMCM_AC_MPVC_2_1_695fc23d7f.webp" /></figure>En las personas con insomnio, además de buscar las patologías más frecuentes, es necesario indagar sobre el uso de celular: diurno, nocturno, tiempo en pantalla diario, dónde se utiliza el dispositivo (en cama acostado o sentado) y hacer educación sobre higiene de sueño teniendo en cuenta este factor, que cada vez es más prevalente. <h3>Comentario editorial </h3>Existe un nuevo término, “uso problemático del celular” (problematic smartphone use PSU), referido al uso excesivo de este dispositivo en la vida diaria. Se asemeja  a una adicción no química conductual, acompañada de disfunción social, física y mental, con síntomas parecidos a los del uso de sustancias (incluido el síndrome de abstinencia). Como sociedad debemos reconocer este problema y empezar a hablarlo y tratarlo. <figure class="poll" data-id="991">{ Poll ID: 991}</figure>

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