Hasta el momento no hay tratamiento disponible para las infecciones asintomáticas por el virus del papiloma humano (VPH), es por esto que la vacuna surge como una necesidad profiláctica que previene la progresión del virus muchos años antes de que pueda llegar a producir alteraciones oncogénicas en la estructura celular.

El VPH es la infección de trasmisión sexual más común. En la mayoría de los casos, su presentación es asintomática, y aproximadamente en el 90 % la infección puede desaparecer y ser indetectable, en un periodo máximo de dos años1. Si la infección persiste puede progresar y generar enfermedades como el cáncer cervicouterino. Este virus mide de 45 a 55 nm, con un genoma compuesto por ácido desoxirribonucleico (ADN) de doble cadena, el cual tiene una infinita afinidad por los epitelios y membranas mucosas. Se calcula que, existen 14 especies de VPH oncogénicas.Estas características del virus hacen que infecte el epitelio, sin producir viremia, inflamación, o muerte celular, promoviendo que se den fácilmente 4 pasos para el desarrollo oncogénico del virus:  <ol><li>Invasión del virus en las células de la zona de transformación</li><li>Persistencia de la infección por VPH </li><li>Progresión de persistencia a lesiones precancerígenas.</li><li>Desarrollo del carcinoma e invasión en la membrana basal. </li></ol>A escala internacional, se ha asociado a las especies VPH 16 y 18, un 69,4% de los cánceres de cuello de útero, 52% de las lesiones precancerosas de cuello uterino de alto grado y 26% de las lesiones de bajo grado.Teniendo en cuenta el riesgo que genera tener una infección persistente por el virus, surge la estrategia de prevención por medio de la vacuna. Las vacunas para VPH están desarrolladas a partir de partículas similares al virus que se autoensamblan espontáneamente, provenientes de la proteína de la cápside principal del virus (L1)1Hasta el momento, se encuentran tres tipos de vacunas contra el VPH disponibles para su uso en mujeres y hombres desde los 9 años con el objetivo de prevenir lesiones premalignas y cánceres que afectan el cuello uterino, la vulva, la vagina y el ano. Cada una cubre las siguientes especies de virus: <ul><li>Vacuna bivalente: HPV 16 y HPV 18</li><li>Vacuna tetravalente: HPV 6, HPV 11, HPV 16 y HPV 18 (vacuna Gardasil®)</li><li>Vacuna nonavalente: VPH 31, 33, 45, 52, 58, 6, 11, 16 y 18. </li></ul>Estas dos últimas, se dirigen específicamente a las verrugas anogenitales causadas por VPH 6 y 112Uno de los primeros estudios realizados fue el FUTURE I, un estudio fase 3, doble ciego, aleatorizado, controlado con placebo, desarrollado por los autores de la vacuna tetravalente Gardasil®, en el que su objetivo fue evaluar la eficacia de la vacuna en la prevención de enfermedades anogenitales asociadas con VPH tipos 6, 11, 16 y 18. La eficacia de la vacuna fue del 100% para cada uno de los criterios de valoración primarios. El análisis también incluyó a aquellas pacientes con infección o enfermedad prevalente causada por el VPH de tipo vacunal y no vacunal, y demostró que la vacunación redujo la tasa de cualquier lesión perianal vulvar o vaginal independientemente del tipo de VPH causal en un 34% y la tasa de lesiones cervicales, independientemente del tipo de VPH causal, en un 20%.3  En un ensayo clínico aleatorizado más reciente publicado en 2022, llamado “KEN SHE Study” los investigadores observaron que una dosis de la vacuna bivalente o nonavalente tiene una eficacia alta para prevención de infección persistente y ofrece 97% de protección con una sola dosis.4Es por esto que se debe recomendar: <ul><li>Vacunación rutinaria contra el VPH para las niñas y niños, de 11 o 12 años, con la opción de comenzar tan pronto como sea posible al cumplir 9 años de edad, de acuerdo al esquema por países.</li><li>Vacunación sin requerimiento de tamizaje previo con DNA del VPH, en las pacientes que ya han iniciado vida sexual.</li><li>Continuar tamizaje para cáncer de cérvix como se ha establecido para el grupo de edad, así la paciente cuente con vacuna y tamizaje para infecciones de trasmisión sexual. </li></ul>Es de recordar que la vacuna es profiláctica para los serotipos más frecuentes del VPH y se ofrece en la mayoría de los países, por ejemplo, en Colombia hace parte del programa ampliado de vacunación (PAI) para las niñas y niños desde los 9 a los 17 años de forma gratuita. Comentario Editorial Terminar el esquema de vacunación en la población a riesgo, antes del inicio de vida sexual constituye un factor protector para prevenir la infección por virus del papiloma humano. Conocer los estudios relacionados aumenta la adherencia a los planes de vacunación e impacta ostensiblemente en la salud pública. <figure class="poll" data-id="1021">{ Poll ID: 1021}</figure>

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Vacuna del VPH, una estrategia de prevención primaria efectiva

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