Debido a los extensos horarios de trabajo o de estudio, los profesionales de salud, en especial los médicos, se enfrentan diariamente a la falta de sueño que conduce a fatiga y/o somnolencia y repercute en el proceso de aprendizaje y desempeño laboral.

El insomnio es la imposibilidad para iniciar, mantener o conseguir una duración y calidad de sueño adecuada para restaurar la energía y el estado de vigilia normal. La prevalencia del insomnio como síntoma de alguna enfermedad es elevada. En España, se estima que un 50% de los adultos sufren de insomnio en algún momento de la vida y que un 25 a 30% ha padecido este síntoma ocasional o transitorio acompañado de estrés en situaciones vitales.1 Para la población en general existen diversos factores que se asocian a insomnio, sin embargo, según un estudio1 en el caso de los galenos, el consumo habitual de alcohol, así como el tabaquismo son las características sociodemográficas más significativas asociadas al trastorno. Igualmente, la sobrecarga horaria y los turnos nocturnos son descritos como factores laborales, y, la hipertensión arterial, la diabetes mellitus, el hipotiroidismo, así como la lumbalgia, actúan como factores clínicos en la aparición de insomnio en dichos profesionales. La falta de sueño y de descanso no solo afecta el rendimiento de trabajo y la calidad en la atención médica, sino que también causa deterioro cognitivo como lo indica un artículo2 publicado por Arteaga M, donde señaló que el insomnio afecta directamente la capacidad cognitiva del médico, provocando somnolencia, errores médicos, falta de atención, alteración en la capacidad de reacción, problemas con la motricidad fina y temblores de mano, entre otras afectaciones que pueden dificultar la relación médico-paciente.  Además, la autora realizó el estudio en residentes que ejecutaban guardias de 24 horas, indicando que el tiempo de esta jornada deteriora las habilidades cognitivas del médico, y que la mayor frecuencia de los turnos complica aún más el panorama.  Por otro lado, debido a la actual pandemia por COVID-19 podríamos decir que las estadísticas de insomnio han aumentado. Un artículo3 reciente, realizó una revisión sistemática de la literatura y metanálisis del insomnio y la calidad del sueño en trabajadores sanitarios que luchan contra la COVID-19. Los autores evidenciaron que el principal factor de riesgo asociado al insomnio, fue trabajar en un entorno de alto riesgo, seguido del sexo femenino y tener un menor nivel educativo.  Asimismo, se reportaron elevadas cifras de insomnio autoinformado y mala calidad del sueño, lo que indica la necesidad de desarrollar intervenciones destinadas a mitigar y cuidar la salud mental de los trabajadores de salud que batallan contra la pandemia por COVID-19.  De igual forma, en otra publicación4 se indicó que la tasa de trastorno de insomnio para los trabajadores de la salud antes de la COVID-19 era del 44.5%, mientras que después de la aparición de la enfermedad fue del 64%; además, el 43.3% de los galenos que no tenían insomnio antes de la pandemia desarrollaron un trastorno de insomnio agudo durante esta. Los casos nuevos de insomnio se relacionaron con el sexo femenino, la edad avanzada y el menor tiempo dedicado a la atención directa del paciente, explicado por el aumento del estrés relacionado con trabajar desde casa durante la COVID-19.  Los trabajadores sanitarios que prestan su servicio durante la pandemia de COVID-19 no solo experimentan altos niveles de síntomas de insomnio, sino que también presentaron depresión, ansiedad, y angustia, así lo indica un estudio5 publicado en 2020. Sin duda los médicos son los profesionales más expuestos a padecer de trastorno de insomnio agudo debido a las extensas jornadas de trabajo, y ahora a causa de la pandemia que duplicó y hasta triplicó el trabajo en general. Aquí radica la importancia de implementar programas que permitan a todos los profesionales sanitarios y no solo a los médicos, poder gozar de un descanso adecuado.  Comentario editorial. Aunque el insomnio se puede presentar en cualquier persona, actualmente la población médica se está viendo afectada con mayor proporción de un trastorno de insomnio agudo, no solo por las amplias jornadas de trabajo, sino que además la pandemia sumó mayor cantidad de tareas y por lo tanto la necesidad de que el médico realice turnos con mayor frecuencia y menor descanso. Las entidades o institutos de salud podrían planificar estrategias para proteger la salud mental de todos los profesionales sanitarios y mitigar el desarrollo de trastorno de insomnio agudo.

Neurología

Psiquiatría

Medicina General

Docred

¿Sufren de insomnio los médicos? 

Los médicos son de los principales profesionales que padecen de insomnio ¿Conoce usted el por qué y cómo enfrentarlo? Descubra más aquí.