Ciertos autores consideran que el envejecimiento no es una enfermedad, sino un proceso natural, en el cual incluso se puede vivir saludablemente. Sin embargo, gran parte de la comunidad científica afirma lo contrario. Incluso la OMS, en su 11ª revisión de la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11), creó el código de extensión “relacionado con el envejecimiento” (XT9T). Pero si envejecer es una enfermedad, cabe preguntarse: ¿es necesaria una cura?  

La OMS señala que la cantidad de individuos mayores de 60 años es mayor que la de niños menores de 5 años. De hecho, predice que entre 2020 y 2030 el porcentaje de personas por encima de la sexta década aumentará un 34% y, para 2050, se espera que el número supere el de adolescentes y jóvenes.1La definición de envejecimiento tiene dos enfoques principales: objetivista y subjetivista. Para hablar de la biología del envejecimiento, es necesario utilizar el concepto objetivo, el cual es descrito por Boorse como:2Un tipo de estado interno que es un deterioro de la capacidad funcional normal, es decir, una reducción de una o más capacidades funcionales por debajo de las eficiencias típicas, o una limitación de la capacidad funcional provocada por agentes ambientales2.Sin embargo, De Winter menciona que todo fenómeno debe tener tres características para ser clasificado como enfermedad:1) Conlleva la reducción de una o más habilidades funcionales por debajo de los niveles típicos, por procesos internos o por variables ambientales, 2) conduce a una capacidad reducida de hacer frente a los cambios o aspectos del medio ambiente, y 3) se compara al individuo bajo consideración con una categoría de referencia suficientemente amplia2. A la luz de estas consideraciones, es posible entonces replantearse la pregunta inicial: ¿es el envejecimiento una enfermedad?2 En realidad, podría responderse de varias maneras. Algunos autores (Joaquin y Gollapudi; Walker y Vijg; Campisi) señalan que existen varios indicadores biológicos de las capacidades funcionales que manifiestan una reducción durante el proceso del envejecimiento, con lo cual se cumpliría la primera característica de De Winter. Además, estas capacidades funcionales pueden compararse entre amplios grupos de edad, lo que significa que la tercera característica también se cumple. Pero, ¿qué pasa con la segunda?2Walker señala la necesidad de que muchos procesos fisiológicos se adecúen e integren para permitir al cuerpo lidiar de manera apropiada con los cambios en su entorno. Y dado que esta adaptación se reduce con el transcurso del tiempo, los tres requisitos se cumplirían y el envejecimiento podría etiquetarse como “enfermedad”.2Sin embargo, la anterior etiqueta resulta polémica dado que otros investigadores son reacios a considerar el envejecimiento como enfermedad. Existen tres argumentos en este sentido.2<h3>1. Naturalidad2</h3>Un argumento intuitivo y que se escucha a menudo es que “el envejecimiento es natural y, por lo tanto, no puede ser una enfermedad”. ¿Pero tiene sentido esto? Un proceso en el cual un virus o bacteria infecta a su huésped también es un proceso natural.Según Caplan , para que un fenómeno biológico sea considerado natural, deben existir dos condiciones: la inevitabilidad y la universalidad. De esta forma, se argumenta que “el envejecimiento no es una enfermedad porque es inevitable y universal, es decir, natural”. Pero lo inevitable de una infección por microrganismos no hace que los médicos la descarten por ser un suceso natural, sin ningún interés particular.Además, existen otras afecciones que se consideran inevitables en individuos con cierta variación genética, como la enfermedad de Huntington, causada por una mutación autosómica dominante y que suele aparecer en la vejez. Entonces, ¿la universalidad podría salvar el argumento en contra de la enfermedad? Según la ciencia, todos venimos del Homo sapiens, lo que nos lleva a pensar que pasamos por la senescencia o el envejecimiento, pero, ¿qué pasa si se crea un medicamento hipotético que pueda detener el proceso del envejecimiento, haciendo que ya no sea universal (o inevitable)? ¿El envejecimiento se llamaría “enfermedad”? ¿Qué cambiaría? <h3>2. Envejecimiento exitoso2</h3>Otras posiciones en contra de la enfermedad se basan en los comentarios de individuos que afirman envejecer exitosamente. Aunque parece un tanto vago, algunas investigaciones señalan que muchas personas mayores no consideran que su estado sea peor que el de los jóvenes. Estas aseveraciones son usadas por los autores que se oponen al concepto de envejecimiento como dolencia, los cuales, incluso, se adhieren a la noción subjetiva del proceso. <h3>3. Referencia2</h3>Según algunos autores, los adultos mayores deben construir un tipo de referencia propia que excluya a los adultos jóvenes. Es decir, en los individuos de edad avanzada se configura un tipo de referencia, que muestra que el envejecimiento es normal, como lo señala Boorse:Aparte de la niñez, uno podría estar tentado de tomar al adulto como el tipo de especie y la vejez como su desintegración […] El enigma es por qué la vejez no siempre se ve como una etapa con sus propias normas estadísticas de funcionamiento saludable.No obstante, según De Winter, la conformación de categorías de referencia puede colapsar dado el refinamiento continuo que demandan sus criterios de inclusión, y para evitar esto, sería importante utilizar un tipo de referencia suficientemente amplio. Por ejemplo, en el concepto de Boorse “¿por qué no incluir edad muy avanzada y edad media, incluso dividirla en edad media baja y edad media alta? ¿Por qué contenerse aquí? ¿Por qué no considerar rangos de edad, como de 65 a 70 años, o incluso reducirlos más?”. Probablemente esto daría lugar a un conflicto para definir el tipo de categoría. <h3>Alcance2</h3>Los argumentos anteriores en contra de que es una enfermedad resultan insuficientes. No obstante, la postura contraria también parece problemática. ¿Cuáles son las implicaciones potenciales de considerarla una dolencia? <h4>1. Cura o tratamiento</h4>Si concebimos el envejecimiento como un trastorno, entonces deberíamos buscar una cura o tratamiento. De hecho, el área de la biogerontología se dedica a comprender los mecanismos de este proceso y los profesionales involucrados investigan posibles tratamientos. Existen numerosos estudios, en los cuales se ha prolongado la vida útil de múltiples variedades de organismos, desde nematodos hasta ratones. La creación de una cura o terapia conllevaría una serie de situaciones éticas y sociales, que van desde la sobrepoblación hasta la definición de conceptos. Pero sin duda, la búsqueda de un tratamiento no depende únicamente de su definición como enfermedad. Una terapia de este estilo es deseable de cualquier manera. <h4>2. Respeto</h4>¿Considerar el envejecimiento como enfermedad cambiaría nuestra actitud hacia las personas mayores? Ciertos investigadores señalan que adoptar este punto de vista minimizaría el respeto hacia esta población. En un estudio de Nieuwenhuis et al., se plantea la siguiente pregunta: “¿Realmente necesitamos alimentar los estereotipos ya negativos que existen sobre las personas mayores en la sociedad?” (estereotipos como soledad, inestabilidad del estado de ánimo, dificultad para hacer frente al deterioro asociado a la senescencia, la dependencia y el declive cognitivo). También existe el respeto propio. Tratar a los adultos mayores como personas que padecen una afección intratable podría afectar negativamente la imagen que ellos tiene de sí mismos. Aunque Carel menciona que “uno puede estar enfermo y feliz”, etiquetar el envejecimiento como enfermedad puede afectar la autoimagen de los individuos de edad avanzada.Sin embargo, no hay razón para pensar que el cambio siempre será negativo. Algunos aceptarán el proceso y no se afectarán, mientras que otros tendrán problemas con su vejez, independientemente de si es realmente una afección. <h3>Conceptos actuales3</h3>En un estudio de Khaltourina et al. se indica que los procesos patológicos clave del envejecimiento incluyen:<ul><li>Inflamación sistémica de bajo grado</li><li>Senescencia celular replicativa</li><li>Fallas en la proteostasis</li><li>Senescencias inmunológicas</li><li>Disfunciones mitocondriales</li><li>Mayor propensión fibrótica</li><li>Resistencia a la insulina</li><li>Cambios en la composición corporal y hormonal </li></ul>Asimismo, encontraron que diferentes intervenciones, como cambios en el estilo de vida, medicamentos y suplementos aprobados, son eficaces para prevenir más de un proceso patológico relacionado con el envejecimiento. Con base en estos hallazgos, los investigadores presentaron una propuesta al grupo de trabajo conjunto de la OMS que elaboró la 11ª revisión de la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11), que conllevo finalmente a la inclusión del código de extensión “relacionado con el envejecimiento” (XT9T) en la sección “causalidad” de CIE-11 y, en consecuencia, concluyeron que el envejecimiento biológico se considera legitimante una enfermedad.<h3>Comentario editorial</h3>Es difícil responder a la pregunta del título debido a las múltiples opiniones y conceptos que existen al respecto. Científicamente, se puede decir que envejecer es una enfermedad dados todos los procesos biológicos implicados, pero desde el punto de vista del trato humano, ¿los viejos están enfermos? ¿Debemos considerarnos así por el solo hecho de envejecer? ¿La vida se trataría entonces de vivir sanos en la juventud para enfermar en la vejez? ¿Qué cree usted? ¿El envejecimiento es una dolencia? ¿Podría ser aplicable el término “envejecimiento saludable”?

Interés general

Docred

¿Es el envejecimiento una enfermedad?

¿Usted considera que el envejecimiento es una enfermedad o cree que es un proceso biológico natural? Descubra lo que dice la ciencia al respecto.