La máscara del muñeco que todos los médicos hemos usado para entrenarnos en RCP fue fabricada gracias a la muerte de una hermosa joven ahogada en el río Sena, el agradecimiento de un fabricante de juguetes en Noruega, y un anestesiólogo sobreviviente de guerra. Actualmente, se calcula que Anne ha ayudado a entrenar en RCP a más de 500.000.000 de personas alrededor del mundo, salvando aproximadamente 2.500.000 de vidas.

<blockquote>“Apremiando el desenlace de esta vida Amando nada sobre esta tierra Sigo mirando la máscara blanca De tu rostro sin vida” - ‘La desconocida del Sena’, Vladimir Nabokov en 19341</blockquote>A finales del siglo XIX, una mujer de aproximadamente 16 años se lanzó de un puente al río Sena, presumiblemente para suicidarse. Como era tradición popular en París de 1.800, el cuerpo encontrado sin identificar fue conservado y expuesto en el mortuorio detrás de la Catedral de Notre-Dame en una losa de mármol negro para ver si lograba ser reconocida.2 Sus hermosos rasgos, en adición a un esbozo de sonrisa poco común para alguien enfrentando la muerte, convirtieron a la nombrada “Anne” en un ideal de belleza e inocencia arraigado para la eternidad. “La desconocida del Sena”, como paso a conocerse, atrajo tantos visitantes e impactó tanto al médico forense, que su cara fue inmortalizada en una máscara de plástico. Sus réplicas pasaron a inspirar mundialmente canciones, literatura, arte, y por vueltas del destino, a exponerse como adorno en la casa de los abuelos del fabricante noruego de juguetes Asmund Laerdal.  <figure class="image"><img src="https://res.cloudinary.com/docred/image/upload/t_optimization/v1630602026/RESUSCI_Anne_e00fb5b98a.webp" /><figcaption>Figura 1: ResusciAnne en la máscara original. [Foto de ScienceAlert]</figcaption></figure>Asmund Laerdal conoció de cerca la muerte en 1.955 cuando salvó a su hijo de 2 años, Tore, de ahogarse en un río. Por eso, cuando en 1.958, un doctor austríaco proveniente del hospital de Baltimore (Estados Unidos) llamado Peter Safar se le acercó al estar de visita en la Sociedad Escandinava de Anestesiólogos para pedirle la creación de un muñeco realista con el que simular Resucitación Cardiopulmonar (RCP), a Laerdal le pareció una tarea celestial.  El doctor Peter Safar había sobrevivido a la dureza de los campos de concentración nazi, así como abusos físicos y psicológicos, que lo llevaron eventualmente a interesarse en la medicina y especialmente, en la investigación de la técnica de RCP. Sus experimentos con voluntarios anestesiados habían logrado desarrollar casi por completo la técnica que conocemos hoy de ventilación con aire expirado, levantamiento y empuje de mandíbula, y superación de obstrucción en tejidos blandos. Sin embargo, algo faltaba: un maniquí con el que presentarle a la población la recién desarrollada técnica de respiración boca a boca.3Bajo las instrucciones de “un muñeco que parezca estar inconsciente pero no sea mórbido, hecho de un material que pueda ser manipulado, que resista, pero que también ceda un poco al tacto”, el doctor Safar le encomendó la tarea al fabricante Laerdal.4 Al instante, el rostro de Anne le vino a la mente. Tomó 2 años y mucho perfeccionamiento para utilizar la primera ResusciAnne como asistente de entrenamiento en RCP. En 1.969, adaptándose a los avances médicos, Laerdal creó una ResusciAnne que pudiera ser usada tanto para entrenar en ventilación cómo para las compresiones torácicas externas.3Actualmente, se calcula que Anne ha ayudado a entrenar en RCP a más de 500.000.000 de personas alrededor del mundo, salvando aproximadamente 2.500.000 de vidas. El entrenamiento que todos los médicos hemos cursado en RCP es un hermoso legado que ha trascendido siglos y que “Anne”, la mujer más besada de la historia, probablemente no llegó a imaginar en su corta vida.5

Interés general

Docred

El rostro de la muerte y de la vida: Anne, y la historia del simulador de RCP

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