Las fracturas en extremidades son frecuentes en pediatría. El uso de ecografía como herramienta diagnóstica de este tipo de lesiones es importante pues ahorra tiempo y exposición innecesaria a la radiación ionizante. 

<p>Las fracturas en extremidades son uno de los motivos de consulta más frecuentes en urgencias. En Alemania se realizan al menos 40 millones de radiografías al año por sospecha diagnóstica de este tipo de lesiones. En un estudio prospectivo se evaluaron 410 fracturas en niños y se encontró que el tren superior es el más afectado, con 13.9% de las fracturas localizadas en la epífisis del radio y 16.3% en rodete del mismo. </p><p>Adicionalmente, hasta el 83% de radiografías realizadas en niños no muestran una fractura propiamente dicha, por lo que sería importante evitarles esta exposición a radiación ionizante. Por lo anterior, un estudio realizado en Alemania propone el uso de ecografía para diagnóstico de fracturas en extremidades, con la hipótesis de que es una herramienta fácil de aprender y no requiere del consentimiento informado de los padres ya que no expone al menor a la radiación<sup>1,2</sup>.</p><h3><strong>¿Cómo se realiza el diagnóstico de fracturas por ecografía?</strong></h3><p>Con la sonda de ultrasonido linera, se observa el tejido óseo como hiperecoico y su cortical se muestra como una línea completa y continua, también hiperecoica, con abolición casi total de la sombra acústica posterior. Se deben tomar al menos tres imágenes de proyecciones longitudinales de la extremidad en la que se sospecha la fractura. El paciente puede estar de pie, sentado o en decúbito supino mientras se realiza el examen<sup>1</sup>.</p><p>Los hallazgos de fracturas por ecografía son esencialmente similares a los detectados mediante rayos X. Para el caso de fracturas en rodete, se presenta un abultamiento de la cortical del hueso en la región metafisiaria. La interrupción de la cortical ósea se observa más en la región diafisiaria<sup>1,3</sup>.</p><p>También se pueden encontrar signos indirectos de fractura como hemorragia subperióstica, edema articular o compromiso de los tejidos blandos<sup>1</sup>.</p><p>Es importante documentar siempre si la fractura está desplazada o no. Para el caso de la ecografía, solo es posible hacerlo sobre la base de la superficie ósea, ubicando el abultamiento de la cortical en la mitad de la imagen, para trazar a partir de allí líneas sobre la cortical calculando el ángulo entre ellas. La literatura ha reportado una diferencia de 2.1º entre el cálculo del ángulo de desviación de la fractura en rayos X y la ecografía<sup>1,3</sup>.</p><h3><strong>¿Cuándo se indica la ecografía ante la sospecha de fractura?</strong></h3><h4><strong>1) Fracturas del antebrazo distal</strong></h4><p>Comparado con la radiografía, la sensibilidad diagnóstica de la ecografía en estas fracturas es de 94% a 96% y la especificidad de 97% a 99%. La tasa de falsos negativos para ambos métodos es de 1.3%. Según la evidencia disponible, solo se recomienda hacer este tipo de diagnóstico en menores de 12 años, dado que a partir de esa edad, el riesgo de fracturas intraarticulares aumenta considerablemente y no puede ser fácilmente evaluado mediante ecografía<sup>1</sup>.</p><h4><strong>2) Lesiones en codo</strong></h4><p>Las fracturas en codo suponen un reto diagnóstico ya que pueden comprometer los tres huesos que conforman la articulación. Por este emotivo, la ecografía se utiliza como método de tamizaje, para identificar la fractura e indicar la necesidad de rayos X, o para saber que no hay compromiso óseo y agilizar el proceso diagnóstico<sup>1</sup>.</p><p>La literatura reporta que el edema en la fosa del olecranon sugiere fractura en el 90% de los casos<sup>1</sup>.</p><h4><strong>3) Fracturas del húmero proximal</strong></h4><p>La ecografía para diagnóstico de estas fracturas tiene una sensibilidad del 94% y una especificidad del 100%. Se puede evaluar mucho mejor el desplazamiento de la fractura por ecografía que con rayos X. En este escenario se aconseja tomar la radiografía siempre que se confirme la fractura de manera inicial, para no pasar por alto tumores, quistes o sarcomas<sup>1</sup>.</p><h4><strong>4) Fracturas claviculares</strong></h4><p>No existe un consenso sobre la indicación real de diagnóstico de estas fracturas por ecografía. Debido a su proximidad a la cabeza y el cuello, puede ser un reto en niños muy pequeños, aunque no deja de ser una metodología sencilla y práctica en este nivel. Los autores son enfáticos en recomendar, en caso de que se sospeche fractura y no se visualice en la radiografía, el uso de ecografía en las lesiones claviculares<sup>1</sup>.</p><p><strong>5) Luxaciones de la articulación acromioclavicular</strong></p><p>No existen estudios que demuestren la especificidad y sensibilidad del uso de la ecografía en este escenario. Sin embargo, el consenso general indica que debe utilizarse de forma complementaria a la radiografía puesto que solo con esta última se puede clasificar exactamente la lesión<sup>1</sup>.</p><h4><strong>6) Tamizaje inicial de fractura</strong></h4><p>El diagnóstico de fracturas en niños por lo general es difícil debido a la falta de cooperación. Normalmente se toman rayos X de toda la extremidad con el fin de hacer la evaluación. La ecografía permite este tamizaje inicial en casi el 100% de los casos, con una sensibilidad de 73% a 95.3% y una especificidad de 85.5% a 92%. Para adultos se tienen datos similares. Esto es útil para determinar el lugar de la fractura y evitar la radiografía completa de toda la extremidad<sup>1</sup>.</p><h3><strong>Contraindicaciones para el uso de ecografía</strong><sup>1</sup></h3><p> </p><figure class="image"><img src="https://res.cloudinary.com/docred/image/upload/t_optimization/v1661798500/GM_Contraindicaciones_Ecografia_5b9d79edf2.webp" /></figure><p>En tres escenarios puntuales definitivamente no se puede realizar diagnóstico por ecografía de una fractura. Cuando existe sospecha de masas (tumores o quistes), de fracturas intraarticulares y de fracturas intraóseas<sup>1</sup>.</p><h3><strong>Conclusión</strong></h3><p>La ecografía es una herramienta diagnóstica muy valiosa que puede ahorrar los rayos X de manera significativa y mejorar el tratamiento integral del paciente ya que permite identificar lesiones concomitantes en los tejidos blandos circundantes. Se considera la técnica diagnóstica más útil en población pediátrica y puede complementarse con otro tipo de imágenes diagnósticas de manera dirigida y con indicación real<sup>1</sup>. </p><h3><strong>Comentario editorial</strong></h3><p>La ecografía es un método diagnóstico útil, práctico, fácil de situar junto a la cama del paciente, que ahorra tiempo en el diagnóstico y con el que se pueden seleccionar de mejor manera los pacientes que requieren estudios imagenológicos adicionales. Esta herramienta diagnóstica es fundamental para reconocer la morfología de las fracturas y el clínico puede ponerla en práctica en la vida diaria. Su uso no marca el fin de los rayos X; ambas herramientas son útiles y se complementan.</p>

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Diagnóstico de fracturas por ecografía: ¿Es el fin de los rayos-X?

La ecografía es útil en el diagnóstico de fracturas en menores de 12 años, evitando la radiación ionizante.