La forma como los proveedores de servicios de salud responden a las necesidades físicas y emocionales de sus pacientes, influye en la experiencia final de atención. Sin embargo, ofertar una atención centrada en el paciente (ACP) plantea desafíos para estos profesionales. La ACP puede definirse como la “atención sensible a las preferencias y necesidades individuales del paciente que garantiza que sus valores puedan guiar las decisiones clínicas”. La doctora Ann O’Hare menciona cinco estrategias que pueden ser útiles para centrar la atención en los pacientes.

<a href="https://www.docred.com/infografia/in-cuando-no-solicitar-consentimiento-informado-investigacion" target="_self">Dado que la enseñanza, la investigación y la práctica médica</a> se han organizado tradicionalmente en torno a enfermedades y órganos/tejidos y no alrededor del paciente, el concepto de ACP es bastante revolucionario.1Centrar la atención en los pacientes requeriría nada menos que un cambio de marco en la forma como los médicos visualizan su papel como proveedores de atención y cambios en los sistemas de salud.1, 2 Una gran cantidad de evidencia en la intersección de las humanidades y la medicina resalta el fracaso del modelo biomédico (cuya base es la práctica clínica, la enseñanza y la investigación), en favor del abordaje de la persona en su totalidad.1<h3>¿Qué hacer al respecto?</h3>La doctora Ann O’Hare describe cinco estrategias que se refuerzan mutuamente y pueden llegar a ser útiles para centrar la atención en los pacientes.1 Si bien es un desafío poner en marcha estas estrategias en sistemas de salud complejos, especializados y fragmentados (en los que muchos médicos trabajan), en palabras de O’Hare, “se trata de un hermoso desafío, con beneficios tanto para los pacientes como para sus tratantes”.1Escuchar: bajo el modelo biomédico, la enfermedad subyacente y las opciones de tratamiento a menudo dan forma a las interacciones médico-paciente.1 Con un enfoque más individualizado, los procesos patológicos y sus tratamientos pueden seguir siendo importantes, pero el paciente en su totalidad, sus objetivos, preferencias y valores, pasan ahora al centro del escenario.1 Escuchar lo que le molesta y le importa y formular las recomendaciones médicas en este contexto es fundamental para la ACP.1Ganar tiempo: cómo atender a pacientes complejos en el tiempo cada vez más reducido de las citas médicas y las estancias hospitalarias es un reto diario para la mayoría de profesionales de la salud.1 Aunque la escasez de tiempo es una de las mayores barreras para la ACP, no es un obstáculo insuperable.1 Muchos médicos tienen el privilegio de atender a pacientes durante años, a veces décadas, en una variedad de entornos.1No siempre se cuenta con tiempo suficiente para abordar todo lo que es importante para el paciente en una sola visita, pero a menudo es posible continuar en la siguiente cita.1 No obstante, habrá casos en los que las restricciones del sistema afecten la calidad o la cantidad de tiempo que realmente se puede invertir en un paciente.1 En estas situaciones, quizás sea necesario intervenir el sistema para lograr el cambio.1Estar dispuesto a ir más allá del rol: a menudo se usa el término "trabajo sucio" para describir la gran cantidad de trabajo de otras personas que los médicos, como tratantes, terminan haciendo (en especial los que están en formación).1 Este trabajo no recibe reconocimiento en la mayoría de los planes de estudio de las facultades de medicina y además generalmente es invisible, sin contar que <a href="https://www.docred.com/infografia/in-bienestar-mental-trabajo-medico" target="_self">colegas y pacientes lo dan por sentado</a>, lo que lo hace desagradecido.1Sin embargo, debido a que muchos pacientes reciben una atención fragmentada, la voluntad de ir más allá del rol de especialistas (por ejemplo, para coordinar la atención con otros profesionales, llenar los vacíos de atención, hacer el trabajo de otra persona o participar en simples actos de bondad), puede tener un impacto dramático en la experiencia del paciente y sus seres queridos.1Cada médico debe decidir qué tan lejos y de qué manera está dispuesto a ir más allá de su propia área de experiencia y formación para ayudar a sus pacientes.1 Ninguna estrategia funcionará todo el tiempo para todos los pacientes o todos los médicos.1 De hecho, es precisamente porque no se requiere (ni se espera), que la voluntad de ir más allá logra enviar un mensaje tan poderoso a pacientes y familiares.1Reimaginar lo que significa una buena atención: una parte integral de la ACP es tratar de respetar no solo los objetivos de los pacientes, sino también sus valores.1 Esto puede ser muy desafiante para los médicos cuando los valores de los pacientes (incluidas sus nociones de beneficencia y no maleficencia) no se alinean con los suyos.1 Las prioridades de pacientes y médicos tienden a entrar en conflicto cuando los tratantes “deben desviarse” de las prácticas aceptadas para defender lo que es importante para determinado paciente.1La voluntad de participar en la ACP a veces puede llevar a los médicos por senderos en los que preferirían no estar, que podrían implicar indignidades tales como quedar mal ante sus colegas, exponerse a litigios, luchar con su propia conciencia sobre lo que constituye un buen cuidado, y no lograr conciliar el sueño preguntándose si hicieron lo correcto.1 Bien para embarcarse o bien para decidir qué tan lejos se quiere llegar, tales viajes son una decisión personal.1Apreciar el valor de cimentar relaciones: muchos médicos ejercen en sistemas de salud que incentivan lo que ellos hacen por y para los pacientes, pero no tanto lo que logran juntos.1 Probablemente esto explique por qué muchos médicos, durante su ejercicio, suponen que una cita con un paciente no es un buen uso del tiempo de ambos, a menos que suceda algo, como revisar pruebas de laboratorio, modificar tratamientos o dar recomendaciones.1Intuitivamente se puede sentir el deber de “hacer algo” en una visita para justificar el tiempo y el esfuerzo dedicados.1 No se suele comprender que las visitas a la clínica, las llamadas telefónicas, los encuentros en el hospital y otras interacciones con los pacientes son oportunidades para construir y fortalecer relaciones de confianza.1 Si bien los límites profesionales sirven para fortalecer la capacidad de atender a los pacientes, también pueden dificultar el reconocimiento de su sufrimiento.1<figure class="poll" data-id="584">{ Poll ID: 584}</figure>Comentario editorialEs difícil brindar una ACP sin tomarse el tiempo de escuchar a los pacientes y establecer relaciones con ellos. Defender quiénes son puede desafiar al médico a ir más allá de su papel (a veces limitado) y volver a imaginar lo que constituye una atención adecuada. Se necesitan nuevos modelos y políticas de atención que hagan posible ofrecer cuidados interdisciplinarios. Poner estas estrategias en práctica en entornos clínicos tan fragmentados y centrados en la tecnología no será fácil, pero probablemente mejorará la experiencia de pacientes y profesionales.

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Cinco estrategias para alcanzar una atención centrada en el paciente

Son varios los desafíos que se presentan a la hora de realizar una atención centrada en el paciente, acá las recomendaciones para abordarlos.  