<h4>Introducción</h4>La enfermedad de Chagas es causada por el organismo protozoario Trypanosoma cruzi (T. cruzi) y afecta cerca de 7 millones de personas anualmente, particularmente en los países de América Latina. Algunas de las manifestaciones de la enfermedad, suelen aparecer en el 30% de los casos, 20 años después de la exposición inicial, con signos de cronicidad en forma de cardiomiopatía por cambios anatómicos y fisiológicos en el miocardio generados por la respuesta inmune local y la capacidad parasitaria para evadir esta respuesta o para resistir los compuestos altamente citotóxicos secretados por los leucocitos del hospedero, lo cual asegura la perpetuación de la infección por largos períodos de tiempo, esto puede ser atribuible a la actividad de algunas proteínas, como la p21.La proteína P21 es secretada exclusivamente por T. cruzi y en una investigación médica en in vitro e in situ con esta proteína recombinante (rP21), se ha encontrado que potencia la fagocitosis e induce la polimerización del citoesqueleto de actina en macrófagos murinos. Por otro lado, también se ha visto que rP21 favorece la quimiotaxis leucocitaria teniendo un papel regulador en la secreción de interleukina 4 (IL-4), e inhibe la formación de vasos sanguíneos en procesos inflamatorios crónicos. Si bien esta  investigación médica demuestra un amplio espectro de actividad biológica, el rol de esta proteína en la patogenia de la infección por T. cruzi no se conoce con precisión, por lo cual se realizó un estudio con modelos murinos explorando esta perspectiva.<h4>Resultados y discusión</h4>Modulación de hallazgos histopatológicosPara determinar los efectos del tratamiento de rP21, se tomaron ratones sanos e infectados con T. cruzi y se trataron con rP21, BSA o PBS 1X durante 6 semanas, encontrando un aumento de los nódulos linfoides poplíteos así como edema y respuestas inflamatorias en tejido cardíaco con reclutamiento de macrófagos, linfocitos y fibroblastos, además de depósitos de colágeno con fibrosis y reducción de los vasos sanguíneos en los ratones infectados y expuestos a rP21, lo cual sugiere un rol inflamatorio e isquémico cardíaco con el desarrollo de cardiomiopatía por parte de P21,que también puede ser potenciado por la quiomocina CXCL12, ligando para CXCR4 y que se expresa en miocitos y fibroblastos cardíacos (figura 1).Replicación de T. cruziPara determinar los efectos de rP21 en la replicación parasitaria, se comparó la carga parasitaria en tejidos cardíacos de ratones infectados tratados con rP21, BSA o PBS, encontrando que rP21 se encarga de mantener la replicación sólo durante la infección. Particularmente, en ensayos in vitro con amastigotes, se encontró una reducción en su número por una disminución del número de parásitos en comparación con los controles, mientras que los epimastigotes con rP21 inhibieron el crecimiento parasitario además de una prolongación de la fase G1 y una reducción de la síntesis de DNA. Sin embargo, en las pruebas de citotoxicidad en células de mamíferos no se documentaron casos de apoptosis ni necrosis después de 72 horas, lo cual sugiere que rP21 no tiene papel citotóxico en estas células.<figure class="image"><img src="https://res.cloudinary.com/docred/image/upload/t_optimization/v1597095249/Imagen_2_a4b11f2940.webp" /><figcaption>Figura 1. Efectos del tratamiento por rP21 en ratones infectados por T. cruzi a nivel cardíaco caracterizado por la disminución en la parasitemia, aumento en el depósito de colágeno y disminución de la angiogénesis.</figcaption></figure> <h4>Conclusión</h4>La cronicidad de la enfermedad de Chagas es pobremente entendida, más aún con las distintas posiciones de autores en la literatura, algunos consideran la respuesta inmune después de la fase aguda como causa del daño tisular durante la fase crónica, mientras que otros consideran que las proteínas expresadas por los parásitos persistentes pueden ser causantes de los daños patológicos propios de la enfermedad. Por otra parte, hay consenso acerca del rol crucial que tiene el control de la replicación o inactividad parasitaria para la perpetuación de la infección por T cruzi. Los hallazgos de esta investigación médica sugieren que la proteína P21 secretada por T. cruzi, se encuentra relacionada con el desarrollo de cardiomiopatía en las fases tardías de la enfermedad y parece igualmente relacionarse directamente con los mecanismos de evasión molecular que parecen producir la perpetuación parasitaria en ausencia de parasitemia, haciendo al T. cruzi imperceptible para el sistema inmune del hospedero.

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Replicación de T. cruzi e infección por la proteína P21

La enfermedad de Chagas es causada por el organismo protozoario Trypanosoma cruzi (T. cruzi) y afecta cerca de 7 millones de personas anualmente. Descubra más.